chocolat fondie (kamijo)

Se había puesto sus vaqueros más apretados y una camiseta sin mangas, parecía que hacía buen tiempo.
Cogió a toda prisa las llaves y el dinero y salió corriendo del piso, pues llegaba tarde a su cita con Kamijo. Como habían quedado en una cafetería cercana a su casa decidió ir corriendo hasta allá. Seguro que llegaba antes que si esperaba a encontrar un taxi.
Cuando por fin llegó tomó aliento en la entrada, atragantándose un poco y con un ataque de tos repentino.
Solo duró un minuto, pero ya estaba sudando. Cuando por fin paró, abrió la puerta de la cafetería y buscó a Kamijo con la mirada.
Lo vio sentado en una de las mesitas últimas y se acercó rápidamente, sentándose y resoplando.
-Uf...buenas...-es lo único que consiguió decir

Llevaba esperando casi 10 minutos a que Hitomi llegara, por lo que estaba empezando a ponerse un poco nervioso. No le hacía maldita gracia esperar a nadie, y menos aún con su obsesivo control del tiempo.
Cogió la carta para entretenerse mientras su amigo llegaba. Todo tenía una pinta deliciosa. Habían elegido para su cita como una especie de cafetería especializada en cosas hechas con chocolate, tanto para beber como para comer. Se le hacía la boca agua mirando las fotografías en la carta y eso que el obseso de chocolate no era él, precisamente.
De repente llegó Hitomi con la respiración agitada y sudando.
- ¿Has corrido la maratón? -le preguntó, riéndose.

Le miró con el ceño fruncido. Encima, cachondeándose de él.
- Baaka...se me hizo un poquito tarde y vine corriendo...-cogió la otra carta que había en la mesa y, rápidamente, su cara se iluminó...pero qué rápido era hacerle feliz.-Que rico tiene que estar todoo!!!!-chocolates de sabores, cafés con chocolate, batidos de mil tipos de chocolate... y luego dulces; tartas de chocolate, crepes, gofres, magdalenas,...pero que lugar tan maravilloso!-¿qué pedimos??No sé lo que quiero...-seguía pasando las hojas de la carta, hacia delante, hacia detrás, otra vez hacia delante...no tenía ni idea de lo que tomar.
De repente levantó la mirada y se fijó en Kamijo -¿estás contento de verme?-dijo sonriendo coquetamente

Miró divertido cómo Hitomi se emocionaba con todos los dulces. Era muy fácil de contentar. Con unos bombones bastaba para hacerle desaparecer un enfado de los suyos.
- Pues estoy tanto contento como temeroso, querido -le respondió, sonriéndole- Nunca sé por dónde vas a salir-
Volvió a mirar la carta y vio una fondue de chocolate con frutas. Le pareció lo más apetitoso del mundo.
-¿Qué te parece la fondue, Hitomi-chan? Es para compartir y tiene una pinta deliciosa. Podemos pedir una para los dos, con eso creo que será suficiente, ¿no crees?

-Claro que sí!una fondue!!!-dijo casi gritando- Qué rico!!con frutitas!!!-casi daba saltos de alegría en su silla pensando en que le trajeran ya la fondue.
Miró de nuevo a Kamijo, intentando contener su euforia
- temeroso de mí? -sonrió maliciosamente- con lo lindo que soy vas a estar temeroso de mí? -giró la cabeza buscando al camarero- anda, llámale! Yo quiero una cocacola también, ok?Llámale ya, Kamijoo!!-hasta que no tuviera su cuenco de chocolate ahí delante no pararía quieto. -Fíjate que casualidad, ne? Que hayamos venido a la vez aquí.-dijo de nuevo sonriendo maliciosamente

- Bueno, bueno, tranquilito, ¿eh? No te pongas nervioso - le cogió del brazo para que no gritara tanto. Toda la cafetería estaban pendientes de ellos en ese momento, con tanto alboroto.
Avisó a un camarero haciendo un gesto con la mano y cuando se acercó, engarcó la fondue con varias frutas, una coca-cola para Hitomi y un té frío para él. Hacía algo de calor ultimamente y no tenía ganas de nada caliente para beber.
- Pues sí, es mucha casualidad, la verdad -comentó, apoyándose sobre una de sus manos y mirando sonriente a su acompañante - ¿No me habrás estado siguiendo, verdad? -rió.

Intentó tranquilizarse cuando Kamijo le agarró, y más cuando le estaba atendiendo el camarero, pero es que tenía tantas ganas de probar ese chocolate fundido....y de ver las maravillosas frutas que les ponían...
- Siguiendo?- dijo pegándole en plan broma en el hombro- cómo te voy a estar siguiendo, hombre? Es el destino -dijo arqueand las cejas - tú y yo juntos para siempre. Sin nadie que nos aparte...-miró hacia el techo, como pensando lo que había dicho- Creo que estoy diciendo cosas extrañas, ne? Bueno!-dijo apoyando los codos en la mesa- ¿qué tal por aquí? Has mirado algo? Parece que está bien el sitio, no?

- Pues nada, será el destino, si tú lo dices - cogió su paquete de cigarrillos de uno de los bolsillos de su chaqueta y se lo encendió. - Supongo que si hay un cenicero en la mesa es que en este sitio se permite fumar -Miró a Hitomi- Tú ya no fumas, ¿verdad?
Su amigo le acababa de preguntar sobre el lugar donde ambos vivían actualmente. No llevaba casi nada de tiempo allí, pero parecía ser un buen sitio, tranquilo y bonito. No obstante, no le había dado tiempo a explorar nada, prácticamente.
- Pues la verdad es que aún no he visto nada. Esta cafetería y poco más. Me acabo de mudar. Pero me gusta este sitio -le sonrió tras darle una calada a su cigarrillo. - Y dime, ¿has venido solo?

-Claro que ya no fumo, deberías acordarte! -dijo poniendo un gesto infantil en su cara. Desde aquel neumotórax que había sufrido sus pulmones habían dejado de ser lo que eran y, cualquier cosa nociva para ellos, trataba de evitarlo. No lo había pasado tan mal desde aquella época, así que no quería volver a enfermar y que sus pulmones estuvieran involucrados.
Miraba de vez en cuando atrás, esperando que llegara ya su pedido...¡quería la fondue! Cuando escuchó que le preguntaba volvió a girarse hacia él
- Sí, vine solo. Estoy bastante bien con mi grupo, pero sabes que siempre me ha gustado más vivir a mi aire. No quiero gente a mi alrededor continuamente -sólo de pensarlo se mareaba. Alguien viviendo con él...no, eso jamás. Él quería vivir solo, sin nadie. No les necesitaba.

- Me he acordado de que no fumabas, cariño. Espero que no te importe que yo fume - recordaba que Hitomi había tratado de cuidarse más después de aquel aviso que le habían dado sus pulmones.
Uno de los camareros se acercó a ellos con las bebidas. Tenía muchísima sed, así que se bebió casi la mitad de su té en un solo sorbo.
-Ahhh! Hace demasiado calor para ser primavera, ne? -comentó.
A él también le gustaba estar a su aire, pero quería experimentar algo parecido a "compartir piso", de ahí que se hubiera mudado con algunos de sus compañeros de Versailles... a ver qué tal iba el experimento.
- He escuchado cosas de tu grupo, querido. La verdad es que sonáis realmente bien -le sonrió.

-Es que somos buenos! Quería que fuera puro visual kei. Ponerle todo mi empeño en que diera todo lo posible de mí mismo y de nuestra música...creo que lo estoy consiguiendo -le miró dulcemente- voy subiendo como la marea, eh? -se rió un poco y bebió un sorbo de su coca-cola. No más, que luego el chocolate le daría mucha sed -Y, ¿qué tal la convivencia con los de tu grupo? ¿Qué tal con Hizaki?Aunque os acabáis de mudar, claro...¿cómo crees que te irá teniendo a una damita como ella? -volvió a reirse, cuando de pronto llegó la fondue de chocolate. Había de todo, fresas, trocitos de plátano, rodajas de kiwi, de naranja, melón y manzana, o eso creía. ¡Qué rico tenía que estar!!! El camarero les dijo que tuvieran cuidado con el chocolate caliente, pero rápidamente Hitomi cogió su mini tenedor y pinchó una fresa, envolviéndola en el chocolate
- Itadakimaaaasu!!!!!!!-dijo esperando que el otro hiciera lo mismo

- Itadakimasu! -exclamó, para seguir a Hitomi, aunque se quedó mirando unos segundos el chocolate caliente. Esperaría un par de minutos para empezar, tenía pinta de estar ardiendo. El único problema es que tal vez a los dos minutos ya no quedase nada...
- Pues me alegro mucho por ti, os veo bastante bien, la verdad. Yo... -pensó unos segundos- creo que la convivencia irá bien. Nos acabamos de mudar. Y me encanta estar con Hizaki-chan, así que dudo que vayamos a tener problemas, a pesar de que a veces me regañe -rió. Justo después decidió empezar pinchando una fresa. Era deliciosa la mezcla de sabores de la fresa y el chocolate...

Sopló un poco la fresa antes de conducirla a su boca, para después cerrar los ojos y saborearla. Tenía esa costumbre desde que recordaba. Cada alimento que tuviera el más mínimo de chocolate tenía que disfrutarla al máximo, notar como el chocolate se derretía en su boca...si es que era tan bueno como el sexo...¿quién lo necesitaba teniendo semejante placer? Bueno...bien pensado él quería las dos cosas.
Se relamió los labios y, en seguida, cogió otra pieza de fruta, y otra, y otra, terminando por insertar en el tenedor un kiwi, una naranja y un plátano, untándolos los tres con el chocolate fundido
- Mira -dijo alegre al otro cantante-hice una brocheta- se la llevó a los labios de nuevo y volvió a repetir el anterior mecanismo. Dejó el tenedor sobre el platito de la fondue, para no terminárselo todo de un golpe, y bebió un sorbo de su refresco
- Jaja...te regaña? Bueno, apuesto a que os llevaréis super bien. Tiene pinta de tener bastante carácter, pero seguro que contigo es un encanto-y es que, ¿quién no iba a ser un encanto con semejante hombre delante?-ne, Kamijo...cuando vamos a volver a bañarnos juntos? -dijo infantilmente pero poniendo una sonrisa seductora. Aquella sesión de fotos fue única...inolvidable. Tanto por lo que se vio en la revista como por lo que no.

- Ja, ja, ja! -rió tras ver la brocheta de frutas que se había hecho Hitomi. Menudo ingenio tenía. - Te vas a atragantar si comes tan rápido, precioso... haz el favor de disfrutarlo! -le dijo mientras comía un trozo de kiwi. - Y sí, Hizaki-chan es un encanto... a ver, tiene su genio, y lo mejor es hacerle caso para no hacerle enfadar, pero me encanta -le sonrió.
Hitomi le hizo recordar aquella sesión de fotos que se habían hecho los dos, realmente sensual. Había sido muy divertido el proceso de inmortalización de aquellas imágenes, y el resultado fue más que satisfactorio.
- Cuando tú quieras... -le respondió, con voz suave -pero esta vez no tiene por qué haber un fotógrafo delante, ne?- pinchó una rodaja de plátano y la ahogó en el chocolate caliente

Le sonrió pícaramente y pinchó otra pieza pieza de fruta, a la cual embadurnó por completo antes de llevársela a la boca
- Tú no te preocupes, que yo disfruto, yo disfruto -dijo con los ojos cerrados mientras disfrutaba del manjar. Lo tragó y cogió una rodaja de naranja, moviéndola distraídamente en el chocolate mientras le miraba
- Sin fotógrafo, por supuesto...Sólos tú y yo...ne? -le sonrió y abrió su boca lo más que pudo para tomar la naranja -Si parece que hasta te gusta Hizaki...no hablemos más de él que me vas a poner celoso y todo -dijo riendo

- Ja, ja, ja! Ok, no hablemos más de él por ahora. Pero vaya, que si tú te pones celoso yo me podría poner muchísimo más celoso aún, eh? - arqueó una ceja- porque supongo que seguirás con la costumbre de llevarte a la cama a todo el que pilles por delante, ¿no? - y volvió a reir, volviendo a tomar otro trozo de fruta con tanto chocolate que un poco se le resbaló por la barbilla- joder...- masculló mientras buscaba su servilleta - mientras no haya ningún fotógrafo que inmortalice este justo momento, soy feliz y no me importa que estén presentes en nuestro baño, Hitomi-chan... aunque mejor que no, ne? - no encontraba su servilleta porque antes se le había caido al suelo sin darse cuenta.

Rió ante la observación de su amigo
- Pues claro que sigo haciéndolo! Si no, dejarían de llamarse costumbres, ne? Pero no me voy con todos!-dijo con tono ofendido- Yo siempre me voy con los mejores -vió cómo se manchaba la barbilla de su exquisito chocolate y se levantó un poco de la silla, apoyando las manos en la mesa para acercarse mejor y lamerle la barbilla, terminando en un beso en sus labios. Volvió a sentarse bien
- Bueno...ya iba siendo hora de que te saludara como tenía que hacerlo...aunque fue un poco light. -rió coquetamente y volvió a pinchar otra pieza de fruta, para llevársela a la boca.

Sonrió ante la respuesta de Hitomi. - Era justo lo que pensaba que ibas a hacer, Hitomi-chan- le guiñó. Efectivamente, sabía que si se manchaba la barbilla con chocolate... iba a conseguir un beso de su acompañante. - Pero debes de tener cuidado de no volverlo a hacer en público, ne? Fijate, toda la cafetería entera está escandalizada por tu actitud, cariño -le reprendió finjidamente, aunque era cierto, muchas de las personas ahí presentes estaban escandalizadas en ese momento, comentando por lo bajo la jugada.
- Oye, esto está de muerte, verdad? - comentó, mirando fijamente a su tenedor el cual volvía a tener un trozo de fruta pinchado, goteando chocolate- imaginate lo bien que tiene que saber este chocolate sobre una piel suave - le dijo, mirándole de forma seductora.

-En serio? Nos miran? -dijo poniéndose la mano cerca de la boca a modo de sorpresa, sonriendo luego pícaramente- pues no haberlo hecho, baby, y no nos mirarían...-le sacó la lengua como si estuviera enfadado y pinchó otra fresa, bañándola de chocolate mientras oía el comentario del cantante- mmmm...tiene que estar de muerte ahí, sí...ya te imagino con todo el cuerpo untado...que rico tienes que estar así, Kamijo...eso hay que hacerlo, ne? Sabes todo lo que me encanta el chocolate -dijo lamiendo la fresa antes de introducirla en su boca.

- Sí, vaya, ahora va a ser culpa mía que tú seas un pervertido...- contestó, soltando una sonora carcajada que hizo que de nuevo todos los comensales vecinos volvieran a mirarlos.
- Algún día compraremos sirope de chocolate de ese... y ya veremos lo que hacemos con él, ¿de acuerdo? - dijo, tratando de poner una voz más o menos seductora- Y no es por darte otro de tus caprichitos, que lo sepas. Por cierto, se están acabando las frutas y el chocolate, te estarás dando cuenta, ¿no? ¿Qué vas a hacer cuando eso ocurra?- cogió uno de los trozos restantes y lo mojó en el poco chocolate que restaba en el cuenco, tratando de sacarle el mayor partido posible.

-Síi!!!!-dijo entusiasmado por la idea. Yo quiero!Pero...más que chocolate de ese...prefiero que compremos chocolate normal y lo fundamos... es que ese seguro que es muy pegajoso, no crees?Mmm...qué rico...-mientras hablaba se mordía y lamía el labio inferior, pensando lujuriosamente en su Kamijo solito para él, y con el mortal dulce-...pero no puede ser en tu casa, no vaya a ser que Hizaki tenga envidia y quiera...tiene que ser en mi departamento!!-cuando escuchó la frase de Kamijo paró en seco. Tanto hablar de temas sexuales con el chocolate que se le había olvidado su fondue.
-Toda mía, toda mía!!!no cogas ningún trozoo máas!!!!!!!!!!!!!!!-gritó mientras abrazaba el plato, sin importarle que todos los comensales de otras mesas miraran ya indignados. Cogió su tenedorcillo y pinchó tres frutitas a la vez, rebañando todo el chocolate que había en la fuente. Por último, pasó su dedo índice por todo el cuenco y lo lamió provocativamente, mirando a Kamijo- a que me deseas, Kamijo?-dijo con cierto tono infantil y femenino

-No eres feliz sin intentar seducir a todo el que tienes a tu alrededor, ¿verdad? - le preguntó, mirándole con una ceja levantada - Y encima te has terminado todo el chocolate... hay que ver - suspiró, sonriendo. - Pero sí, te deseo y lo sabes... el problema es que tengo un orgullo demasiado desmesurado para ser tan fácil para ti, Hitomi-chan- dijo, mientras le hacía señas a una de las camareras para que les trajera la cuenta.
- ¿Qué te parece si vamos a dar un paseo? - le ofreció - Ya se nos ha acabado lo bueno aquí, asi que...

-mmm...de ser tan fácil para mí? Pero tú sabes que me gusta que me lo pongan difícil, Kamijo...o justo lo contrario. Una de dos...no soy de término medio -se rió ante su propio comentario y vio cómo pedía la cuenta- Ok! Aquí al lado hay una plazita que está bastante oculta...vamos allí? -dijo coquetamente, poniéndose el pelo detrás de la oreja-tengo un poco de campo, por si quieres...-se levantó sin esperar a que llegara quien fuera con la cuenta y empezó a mirarse en un espejo que había, haciendo poses provocativas, al parecer, para él mismo-invitas tú, ne? -dijo volteando a mirarle cuando trajeron la cuenta, sacando la lengua.

- ¿Me va a tocar pagar a mí? -dijo, arqueando una ceja y buscando su cartera- Menudo morro tienes, querido... En fin, pero sólo por esta vez, ¿eh? Y porque espero conseguir algo a cambio - finalizó, con una sonrisa algo misteriosa.

Tras acercarse a la barra a pagar, ya que ni había tenido tiempo de esperar a que llegara el camarero, se dirigió donde estaba Hitomi, muy ocupado con sus posecitas.
- ¿A quién tratas de seducir? -le preguntó, pasando por su lado. - Anda, vamos... que ese campo no se va a fumar solo, ¿no? - se dirigió a la puerta y salió del lugar.

Le sacó la lengua a modo de respuesta cuando le dijo que tenía mucho morro...y, esperar algo a cambio? Todo lo que quisiera le daría a su querido Kamijo
Le puso su mejor sonrisa escenificada en el espejo y avanzó un par de zancadas para agarrarse del cuello de Kamijo y continuar andando así
- Pues claro que no se fuma solo, my dear!-se soltó del cuello y le cogió de la muñeca, para avanzar más rápido hasta la plazita.
Allí no había nadie. Estaba bastante desértico y la brisa que había era acogedora, así como la sombra de los edificios que daban a la pequeña plaza.
- Aquí estamos bien, no? -dijo sacando el papel y la maría. -Hagamos un buen campo!!-dijo entre risas