Starbucks (privado)

Se quejó mentalmente, había escuchado hablar de aquella película, sobre todo del soundtrack, pero para él no eran muy atractivas ese tipo de películas con superhéroes, superpoderes y dolcellas, vamos que el mundo no se salvaba con el poder del fuego, el agua, menos por el del amor, sólo había que trabajar duro para conseguir los propios sueños y ser feliz dentro de lo que se podía con ellos, si se tenía a alguien al lado era un pluss impagable. Miró a Toshiya inconsiente responder tan feliz ¿era él? definitivamente él lo quería para siempre, pero... ¿él qué quería?.

-Bueno, entonces luego los busco, necesito ir.-se dirigió a la salida tras Toshiya.

Por unos segundos se debatió mentalmente si debía besarlo y luego irse, o simplemente irse, por un lado estaba lo que quería: besarlo sin ese sabor a tabaco. Pero, por otro lado, estaba Miku y las personas, no era educado, ni "normal", suspiró yéndose lentamente al baño, mientras Miku y Toshiya se quedaban ahí afuera fumando y charlando.

Salió del local siguiendo los pasos de Toshiya, mientras el baterista de los Gazetto se separaba de ellos. Se sentaron en una de las bancas de una plaza cercana y agradeció el hecho de que Totchi le ofreciera un cigarro inmediatamente, lo estaba pasando bien, pero realmente necesitaba un poco de nicotina en su cuerpo. Independiente de cuanto hubieran obviado el tema, seguía latente en su mente. Algo de aquel indeseable vicio le relajaría aunque fuera un poco.

-Arigatou- le murmuró al bajista cuando éste se sento a su lado. -Tenía muchas ganas de fumar- sacó su encendedor del bolsillo y prendió su cigarrillo, ofreciéndole fuego al pelinegro sonriendo como siempre. No había razón para actuar fuera de lo común, y no había motivo para comenzar un tema de conversación que los pusiera incómodos tampoco.

Si Miku se había sentido incómodo antes no se comparaba en nada a lo que sentía en ese momento, deseaba con todas sus fuerzas que un hoyo se abriera en la tierra y se lo tragara, y las preguntas que el bajista le formulaba desaparecieran con el viento. Hubiera dado lo que fuera por irse de ahí, ¿porqué se había quedado? ¿qué lo había motivado a seguir ahí? Ni siquiera podría pensar en algún buen motivo...

-Ano... Totchi-kun, yo no...- se quedó un momento en silencio tratando de ordenar las ideas en su mente, no sabía que decirle. Estaba seguro que no podía decirle la verdad directamente, pero tampoco quería mentirle. Ni siquiera sabía si Kai queria que le contara, tal ves el baterista no quería que su novio se enterara y Miku no quería inmiscuirse en su relación de esa manera. Él no era fan de andar separando parejas, definitivamente, suficiente tenía con los dramas que sucedían en su propia casa y con su propia banda. -yo no sé como responderte eso, creo que debería ser Kai quien te responda esa pregunta- bajo la mirada analizando sus palabras, sentía que ya la había cagado con solo decir eso, pero no podía echarse atrás. -Etto... sobre lo otro, no, Kai-chan no sabe nada, yo no nunca le dije- le dió una calada a su cigarrillo dejando que el humo le entrara de lleno en los pulmones. -es la primera vez que veo a los dos luego de lo que paso en la tienda Toshi-kun-

Se fue caminando lentamente hacia los baños, no es que tuviera muchas ganas, pero era típico que después le daban en un lugar incómodo y sin alguno cerca. Hizo lo que tenía que hacer, lavó sus manos, se acomodó el pelo y se quedó 1 minuto mirando el espejo, pero sin verse realmente, cuando volvió a ver a Totchi, olvidó completamente lo que había vivido en el pasado y con eso a Miku y la piscina, no decía que lo había pasado mal y se arrepintiera, es sólo que lo olvidó y sólo tenía a Toshiya en la mente, tanto que hasta los mismo miembros de la banda se lo recriminaban.

Salió con paso lento de los sanitarios rumbo a la salida del café, por alguna extraña razón no quería llegar ahí, se acordó de una amiga que tenía cuando pequeño que le gustaba meterse en las cajitas de cartón y quedarse ahí, deseó poder meterse en una por algún tiempo y dejar de estresarse con tanta cosa, si todo fuera más simple. Rió al ver un pequeño niño haciendo una pataleta, él quería hacer una en ese preciso instante.

Divisó a Miku y a Toshiya sentados en una banca, hablando o más bien el mayor hablando y a Miku con la mirada baja, como hundido en el asiento, tragó dificultosamente y sin querer siguió caminando hasta llegar.

-Etto... ¿ya terminaron?-sonrió lo más normal posible, como si todo fuera feliz y el mundo estuviera sin guerras, ni hambre.

Okay, lo que había sentido antes no era incómodidad... esto definitivamente lo era. Miku jamás pensó que se sentiría tan agobiado en su vida, pero ahí se encontraba, siendo interrogado por Toshiya sobre lo que había pasado con su novio, y para ser sincero, el pequeño vocalista no tenía idea de que decirle. No sería capaz de arruinar la relación que éste mantenía con el baterista de los Gazettos, y lo que menos quería era involucrarse así en el noviazgo de Kai. No le diría nada, así de simple... pero ¿y si el bajista se tomaba a mal su silencio? ¿Y si pensaba que entre ellos dos había pasado algo más de lo que realmente había pasado? Eso también era posible... No, no podía dejar que ellos se pelearan por su culpa. Él no sería el culpable hasta de una posible ruptura, lo que había pasado con Kai había sido antes de que éste conociera a Totchi. Y eso era algo que el baterista tenía que explicar, no él... definitivamente no él.

-Toshi-kun... yo... si, fue en la piscina, demo... - los nervios le estaban jugando una mala pasada, y bloqueaban sus pensamientos. El mayor lo miraba impaciente, esperando una respuesta, y Miku no supo que hacer, debía responderle y rápido, pero no podía decirle la verdad. -Yo no, creo que estas mal interpretando las cosas... Kai y yo... - no alcanzó a terminar lo que iba a decir, y agradeció al cielo que el baterista apareciera y los interrumpiera. Su cigarro se había consumido casi por completo y él solo había llegado a darle un par de caladas.

-Hai, yo ya termine- se levantó nervioso, tirándo el cigarro al suelo, pisándolo. -¿Nos vamos al cine?- preguntó evitando los ojos de Toshiya, acercándose a Kai con una mirada suplicante, como si tratara de explicarle con una mera mirada que su novio lo había estado interrogando y que lo único que quería era irse de ahí.