Cita

Estaba muy bien vestido y un poco maquillado, no dejaba de verse el cabello y de verse al espejo, tenía una cita, después de mucho tiempo...tenía una cita de verdad, usualmente salía, se encontraba con alguien y luego terminaba en otra cosa, pero ese día...ese día estaba planeado, señal de que a Kanon le importaba y de que era algo especial.

Decidido a tranquilizarse, tomó una cerveza de la refrigeradora y se sentó en el sofá para esperar la hora para salir, tenía que pasar por el chico, pero aún era algo temprano, así que estaba haciendo hora. Prendió la televisión.

Bajo de su habitación bostezando, algo cansado por no haber dormido bien. Si hubiera sido por él se hubiera quedado todo el día acostado, pero el hambre le había ganado la batalla obligandolo a bajar hacía la cocina.

Bajo la escalera a regadientas, tratando de arreglar su cabello mientras avanzaba. Al llegar finalmente al living se encontro con Kanon, sentado en el sillón mirando televisión.

-¿Porqué estas tan arreglado?- preguntó con curiosidad observando lo bien vestido que el bajista se encontraba.

La voz de Miku al principio lo sobresaltó un poco, pero después miró a su amigo y se quedó más tranquilo.

-Hola, pues...voy a salir hoy con alguien.- después de decir eso se calló inmediatamente, no debido de haber dicho eso, no después de lo que había pasado hace tan sólo unos días, no sabía cómo iba a tomar eso el vocalista; pero ya era muy tarde, ya había abierto su bocota.

-¿Recién te levantas...?- trató de desviar el tema rápidamente.

Las palabras retumabaron con fuerza dentro de su cabeza y sintió una punzada de dolor en el pecho. ¿Kanon iba a salir con alguien? ¿Kanon tenía una cita?

-¿Tienes una... cita?- preguntó con cuidado, temeroso de la respuesta que el bajista podía darle.

Suspiró cuando su amigo trató de cambiar el tema abruptamente. -Sí, recién- le quito la cerveza de las manos y saco un sorbo. -Estaba cansando- devolviéndo la cerveza a su dueño, se sentó en el sillón frente al de Kanon. -Entonces... ¿con quién es la cita?- volvio a insistir.

Sabía que no debía de haber dicho eso, pero ya era muy tarde, Miku ya estaba preguntando, y él lo conocía muy bien, no iba a parar hasta saber o conseguir lo que quería. No hizo nada cuando el otro le quitó su cerveza para darle un sorbo y después la devolvió.

-Es...alguien que conocí hace un par de semanas...- miró hacia su lata de cerveza.- no lo conoces seguramente...- dijo suavemente mientras seguía tratando de huir de aquella pregunta. Miró muy disimuladamente la hora, ¿sería bueno irse ya?, aún no era el momento, pero lo mejor sería salir de ahí y dar un par de vueltas para luego recoger al otro.

Se quedo en silencio observando la televisión, definitivamente la situación se había vuelto algo incómoda por el mero hecho de que Kanon no respondiera bien a sus preguntas. ¿Porque le estaba ocultando cosas? ¿Acaso aquella cita era tan importante que no podía decirle nada?
Sintió un dejo de celos recorrerle el cuerpo... quería, no, necesitaba saber con quién saldría.

-No puedo saber si lo conozco o no si no me dices quien es- respondió aún mirando la televisión, observando de reojo a su amigo.

Miku parecía haberse molesta un poco porque el bajista quería evitar las preguntas, no quiero que todo empeorara así que suspiró y después habló.

-Es el vocalista de Serial Number...yo...lo conocí en la cafetería, nos llevamos muy bien...- miró a otro lado tranquilamente.- y decidimos salir algún día, recién tiene un poco de tiempo.- miró la hora e hizo como si se le hubiera hecho tarde.

-Creo que mejor ya paso a recogerlo, no quiero que me espere mucho y que se lleve una mala impresión de mí.- al de cabello negro le gustaba ser puentual.

El vocalista aún seguía en silencio, sintiéndo como el dolor dentro del pecho se agrandaba y recorría todo su cuerpo, terminando en una acumulación de lágrimas en sus ojos. Tenía ganas de llorar, unas increíbles ganas de llorar.

-¿Se llevaron muy bien?- susurró sintiendo un nudo en la garganta.

Se levantó del sillón antes de que Kanon lo hiciera -No, espera, no te vayas- suplicó impulsivamente.

Estaba a punto de salir de la casa cuando Miku lo detuvo pidiéndole que no se fuera, suspiró...había estado tan cerca de la puerta...se dio media vuelta y se quedó frente a frente con el vocalista, tenía los ojos vidriosos, no sabía qué hacer ahora, todo había salido mal.

-Tengo que irme Miku...o voy a llegar tarde.- ahora hablaba un poco más en serio, porque no sabía por cuánto tiempo querría retenerlo el rubio.- ¿pasa algo? ¿no puede esperar?- de verdad, esperaba que Miku solamente desistiera y le dejara ir sin que tuvieran que llegar a pelear, porque no le gustaba discutir con sus amigos.

Se quedo en silencio unos momentos meditando las preguntas. ¿Necesitaba algo realmente? ¿O era el hecho de que Kanon se iba y lo dejaría solo el que lo había impulsado a detenerlo? ¿O simplemente eran los celos que lo carcomían por dentro?

-Etto...- su voz era baja, como si apenas pudieran las palabras salir de sus labios. -No me dejes solo... porfavor- rogó.

Porque era cierto que si el bajista salía, el rubio se quedaría solo en la casa, sin nadie a su lado. El resto de la banda había aprovechado el día libre para salir y despejarse.

Suspiró, a veces el vocalista se portaba de esa manera y a Kanon no le importaba demasiado, pero ese día en especial, tenía un compromiso, y no era de los que simplemente no aparecían porque había cambiado de opinión, si tenía una cita, iría aunque no quisiera.

-Miku...no puedo faltar a mi palabra sólo porque tú lo quieres así.- trató de explicarle al principio.- si no es una emergencia ni nada, entonces no puedo dejarlo esperando, sería de muy mala educación...así que será mejor que me vaya de una vez para no llegar tarde. Trataré de regresar rápido para que no estés sólo, ¿sí?- abrió la puerta.

-Pero...- susurró despacito, con temor, sabía que sus palabras le molestaban al bajista, pero una desesperación desconocida había comenzado a crecer dentro de él. -No me dejes...- fue lo único que atino a decir.

Sentía nuevamente aquel dolor en el pecho, y sin que pudiera evitarlo unas lágrimas bajaron por sus mejillas.
Avanzó hasta la puerta y agarró la mano del mayor. -No me dejes solo... por favor...- volvió a rogar patéticamente, se sentía como un niño.

Suspiró algo cansado, eso no podía estarle pasando a él...de verdad le partía el corazón tener que hacerle eso a Miku, pero no quería perderse su cita, era algo importante para él, tenía que irse en ese momento o no lo haría. Se soltó suavemente y se paró en la puerta.

-Lo siento Miku, pero no puedes conseguir las cosas así, no puedo quedarme simplemente porque te da la gana, entiéndelo.- ya estaba comenzando a ser un poco rudo, tenía que salir de ahí o había riesgo de que el de cabello negro explotara, el vocalista iba a pasarla muy mal si eso pasaba.

-Te...traeré un dulce ¿sí?, no me hagas esto ahora.

Sintió que el corazón se le hacía trizas de a poco cuando el bajista le soltó la mano. Dentro de su cabeza no entendía como Kanon podía preferir aquella cita antes que quedarse con él, antes de cuidarlo y no dejarlo solo. No quería quedarse solo, necesitaba a alguien, necesitaba a Kanon...

-No es eso... no es solo porque me da la gana- las lágrimas aún bajaban tibias por su rostro. -Quedate conmigo- volvió a suplicar, no sabía que hacer para retener al mayor. -Llama a tu cita, dile que no puedes ir... dile que no puedes dejarme solo- sollozó.

No podía creer que su amigo estuviera usando el chantaje emocional con él, eso lo volvía loco, no soportaba ver a alguien llorar, pero había esperando tanto tiempo esa cita...simplemente negó con la cabeza y salió de la casa muy triste y muy molesto. No soportaba ver a Miku llorar, pero estaba bravo porque el rubio había intentado chantajearle de esa forma.

Dos cuadras más allá, tomó su celular y llamó a su cita para disculparse, no podía ir...no después de lo que había pasado, estaba casi histérico, su cita por supuesto le había entendido, pero según él, no tenía excusa para faltar a algo así. Entró a su casa y dio un fuerte portazo, clara señal que estaba dispuesto a matar a quien se le pusiera en frente y se atreviera a molestarle.

Se quedo quieto en medio del living, en silencio, Kanon se había ido. Lo había dejado solo, y se había ido a su cita... Sin siquiera importarle los sentimientos del vocalista.
Sintió que las piernas le temblaban, y las lágrimas comenzaron a salir sin ser detenidas, no podía parar... necesitaba llorar. El dolor en su pecho era tan grande y no sabía que hacer para remediarlo.

Luego de unos minutos decidió volver a su habitación, no sacaba nada con estar parado ahí, esperando que el bajista volviera. Sabía que no lo haría.
Se recostó en su cama aún llorando, mojado la almohada, cuando sintió un portazo proveniente de la puerta de entrada.

-Kanon...- susurró para si mismo y se levantó de la cama. Abrió la puerta de su habitación y el corazón se le paralizó al encontrarse con el mayor de frente. -Volviste...- susurró.

Miró a Miku y negó suavemente en forma de desaprobación, claro que había regresado, después de todo el espectáculo que le había hecho, no podría estar tranquilo en su cita mientras pensaba en los ojos vidriosos del vocalista, y Sasaki sin duda no se merecía algo así.

-Claro que volví.- dijo serio y molesto; entró a su habitación y cerró la puerta detrás de él, no estaba de humor para hablar con el rubio en esos momentos, se acercó a su cama y se quitó la chaqueta para después quitarse el polo, dejó las dos prendas sobre su cama y prendió la radio; seguía renegando, pero escuchar música un rato el iba a hacer sentirse mejor.

-Aaah...maldita sea.- dijo para él mismo.

No era la respuesta que esperaba, había guardado la leve esperanza que había vuelto por él, para estar con él. Pero no era así.
El bajista dió otro portazo al encerrarse en su habitación y Miku se quedo ahí, en el pasillo sin saber que hacer.
¿Porqué tenía que ser así? ¿Porque aún no aprendía cuando debía callar?
Kanon estaba molesto, muy molesto con él y eso le destrozaba el corazón aún más que el hecho de que éste saliera con alguien más.

Camino, dudando de sus acciones, hacía la pieza del mayor. Golpeó suavemente la puerta y al no recibir respuesta, decidió abrirla un poco. -Kanon...- susurró, pero dudaba que éste lo hubiera escuchado por sobre la música.

Cuando sintió que la puerta se abría, volteó a ver al más bajo que se asomaba; el bajista se había desabotonado el pantalón y se había bajado el cierre, por lo que le incomodó que el rubio entrara cuando estaba a punto de quitarse la prenda.

-¿Qué no sabes ni tocar ya?- fue rudo, no lo podía evitar, estaba molesto y Miku era el único ahí, lo que significaba que iba a tener que soportar el terrible humor del bajista, lo inteligente en ese momento hubiera sido correr y dejar a que se le bajaran los humos, luego el de cabello negro se disculparía, pero si seguían hablando...las cosas podían terminar realmente mal.

Se cerró el cierre pero no abotonó el pantalón.

-¿Qué quieres?

-Lo siento, yo...- se sonrojó al notar que su amigo estaba sin polera y con el pantalón desabrochado. Sintió como el calor se le subía a las mejillas y trató de mirar a otro lado. -Yo sólo quería conversar contigo-

Avanzó un poco entrando finalmente a la habitación, estaba nervioso, pero no entendía la actitud de Kanon. Ante sus infantiles ojos, él estaba bien, Kanon no debía dejarlo solo.

-Maldita sea...¿cuál es tu problema?- al ver que Miku se le acercaba, tomó su polo y se lo puso de nuevo.- ¿qué te hace creer que quiero hablar contigo Miku?, después como te has comportado hace un rato.- como Kanon lo tenía, tenía suerte de que él estuviera tratando de llevar las cosas con calma, pero el vocalista no le estaba haciendo las cosas fáciles.

-Sal de mi habitación...no te di permiso de entrar.- dijo fríamente, si importarle demasiado cuánto podría dolerle eso a su infantil amigo, porque en ese momento estaba cegado, cuando se molestaba decía y hacía cosas que no quería, simplemente salía otro Kanon, uno totalmente opuesto al bajista cariñoso y compasivo que daría la vida por sus seres queridos; pero así era el de cabello negro, una total contradicción.

Miku sintió el corazón destrozado, se quería morir. ¿Porque Kanon tenía que tratarlo de esa manera? ¿Porque era tan frio con él? El rubio jamás había querido perjudicarlo, solo quería estar con alguien. Quería estar con él. Lo necesitaba.

-Yo... yo...- no supo que responder, sabía que su amigo estaba molesto, pero no se esperana una reacción así de su parte. Y algo dentro suyo le hizo "click", el bajista no tenía porque tratarlo así, y él no tenía porque permitirlo. Miku no había hecho nada malo. -¿Porque mierda me tratas así?- le gritó molesto cuando el mayor lo echo de su habitación. -No te he hecho nada!-

El más alto se había volteado suponiendo que el vocalista se iría con eso último, luego tendría que disculparse...pero así era mejor, no quería decir cosas más fuertes. Volteó al escuchar el grito del rubio y frunció el ceño, ¿le acaba de guitar una lisura y encima se había atrevido a no salir de su habitación? Caminó decidido hasta donde estaba el más bajo y lo miró molesto.

-¡Porque me da la maldita gana!- respondió de igual manera, Miku no debió de haberle hablado de esa forma a Kanon cuando por cualquier cosa explotaba.- ¡me pareció que te dije que te largaras de mi cuarto...! ¿o es que acaso quieres que te lo haga otra vez...? ¿por eso has estado llorando Miku?- le agarró el brazo con fuerza.

Miku se paralizó por completo al escuchar las últimas palabras que el bajista le decía. Kanon le agarro el brazo con fuerza y no pudo evitar gemir de dolor, le hacía daño.
Tenía el corazón hecho trizas, destruido por completo. ¿Era eso lo que realmente pensaba el bajista de él? ¿No había sido más que un mero juego lo que había pasado entre los dos? ¿Su virginidad perdida no había significado nada para el más alto?

-Sueltame!- le gritó con rabia, sabía que no podía ganarle en fuerza al mayor, pero trató de safarse de igual manera. -!Dejame en paz!- le dijo sintiéndo como si el brazo se le fuera a romper. -Sueltame porfavor...- suplicó. -¿Tanto me odias?- dijo impulsivamente.

Las palabras del rubio le hicieron reaccionar, no...claro que no lo odiaba, ¿cómo podía pensar algo así el vocalista?, lo soltó inmediatamente y lo miró un rato, ¿qué diría ahora?, tenía que decir algo por más que estuviera tan molesto que sólo quería hacer todo trizas.

-No Miku...no te odio...yo...es solo que...no pude salir con Sasaki y...- trataba de encontrar palabras para justificarse, aunque en el fonda sabía bien que no existían, ¿qué pasaría ahora?, Miku ya estaba molesto y seguro así seguiría. Trató de tocarlo para calmarlo, estaba consiente de que le había hecho daño al agarrarlo con tanta fuerza, quería disculparse pero las palabras no salían.

-Retírate por favor...