Ruido (libre)

Llevaba ya varias semanas instalado en su nuevo vecindario y... su departamento era un maldito desastre. Parecía que allí había sucedido una batalla campal, eso no era normal.
Estaba toda su ropa desperdigada por todas las habitaciones, y en todas, absolutamente todas las mesas de la casa, había al menos una lata de cerveza. Y también había mucho polvo en todos los muebles, y precisamente el polvo era una de las miles de cosas que le provocaban alergia, así que había llegado el momento de hacerlo desaparecer. El momento. El gran momento de limpiar y orderar. El jodido momento.
Pero ese día había amanecido con ganas de trabajar, hiperactivo, y no le importaba en exceso, así que pusó su equipo de música a todo volúmen y empezó a eliminar la mierda del suelo con su ruidoso aspirador mientras cantaba a voz en grito.

No había caido en una cosa muy importante...

Y es llevaba durmiendo muchas horas y no había amanecido precisamente a una hora normal. Era más de la una de la madrugada. Y posiblemente no era el mejor momento para hacer tantísimo ruido. Posiblemente acabaría cabreando a más de un vecino, pero él, ensimismado en su tarea, no se daba cuenta...

Había tratado de dormirse temprano ese día, no quería toparse con nadie en la casa, no quería saber de ruidos raros, de amigos, de gritos, nada... sólo quería dormir y soñar con cualquier cosa que lo sacara de esa realidad, quizás revivir cosas hermosas antiguas, la nostalgia se lo estaba carcomiendo por dentro, pero al parecer, el mundo estaba en su contra.

Apenas había dormio unas dos horas, cuando en uno de los departamentos, que quedaban al lado de la casa comenzó a armar tal hecatombe, que parecía que los ruidos fuesen en la misma habitación de Takuya. Como el mar humor le había quedado inscrustado en su cuerpo desde aquel día, apenas se puso un polerón y se calzó unas zapatillas saliendo rápidamente hacia donde provenía tal alaraca.

Encontró la puerta que lo separaba de aquel tormentosa bulla y no espero para razonar nada más, que sus ganas de paz y tranquilidad, y tocó la puerta como alma del Diablo.

Y ahí seguía, cantando feliz con su aspiradora, haciendo desaparecer toda la porquería instalada en su suelo, habitante de éste desde hacía semanas. Siempre cantaba cuando hacía cosas... cocinar, conducir, caminar, limpiar...
Pero unos golpes en su puerta lo devolvieron de súbito a la realidad.
¿Qué hora sería? ¿Era demasiado tarde? ¿Habría molestado a alguien? Joder! Era la una y media de la madrugada, lo acababa de ver en su reloj! Posiblemente alguien venía a matarle. Pero tenía que abrir la puerta.

Muy lentamente y con mucho miedo, abrió su puerta.
- Ehhh... ¿si? - preguntó con voz temblorosa, al ver el enfado que demostraba el rostro de la persona que había al otro lado.

-¡¿si?!-preguntó alzando la voz y entrando sin pedir permiso tomando al tipo de la camisa.-¿¡¡Si!!? ¿¡tú estás malo de la cabeza o qué?! ¿¡no sabes ver la hora?! o es que eres de otro planeta que la una de la madrugada es la una de la tarde para ti ¡¿sabías que el nivel de ruido después de las 12 de la noche se restringue y es delito?! y tú sólo vienes y dices ¿si?.-imita la voz y la cara con la que el otro le respondió.- me harás el favor... no, espera... el favor no... ¡apaga esa maldita música! ¡cierra tu puta boca! y limpia tu casa cuando la gente normal lo hace

No se había dado cuenta que tenía al pobre tipo contra la pared, y sólo se había aguantado todo lo que Takuya le había gritado, pobre, pero había tenido que aguantarse todo lo que Takuya se había guardado, pero era su culpa por no dejarlo dormir.

Se había quedado totalmente anonadado con todos los hechos. Había abierto la puerta tranquilamente y un tipo se había avalanzado sobre él y ahora le tenía empotrado en la pared, y le soltaba gritos y más gritos... por dios, ¿qué estaba pasando?
Una vez terminó la bronca, trató de separarse del chico con delicadeza (con el humor que gastaba, lo mejor era tratarlo lo más suavemente posible) y se dirigió al equipo de música, dándole al off lo más rapidamente que pudo.
-Etto... sumimasen - se excusó - No me había dado cuenta de la hora que era, es que me acabo de levantar de la siesta y pensaba que eran las 7 u 8 de la tarde.- Se fijó en el chaval... le sonaba su cara. Sabía que tenía vecinos de varios grupos de música, así que a lo mejor este pertenecía a alguno.- Pero la música no era maldita. Y mi boca no es puta, que quede claro.

Al quedar la casa en silecio algo le hizo clic en su cabecita, estaba en pijama, con frío, en una casa ajena y le había gritado a un tipo, que quizás quién era... podía ser alguien importante o más grande y fuerte que él, hasta podía golpearlo. La boca se le secó del mied y se puso nervioso.

-etto... gomen ¿tienes algo para la boca? digo... para beber, por favor-se miró las manos nervioso, por lo menos el chico que le diera agua ¿no? se lo debía por despertarlo, además debía agradecer que fue él y no Kanon el que vino, sino no estaría de pié ahí tan normal

Y se quedó aún más estupefacto cuando el chaval cambió por completo la expresión de su cara y se convirtió en alguien normal y tranquilo... ¿eh? ¿era como Hulk y le entraban ataques de rabia de repente? ¿tenía doble personalidad?
En fin, de todas formas se alegraba de no haberle hecho enfadar en exceso y por descontado, le ofrecería algo para beber, era lo mínimo después de haberle hecho levantarse de su cama.
- Por supuesto! -le contestó dirigiéndose a la cocina - ¿Quiéres algo que no sea agua, o simplemente agua? Tengo refrescos, zumos, té y esas cosas.

-etto...-dijo tiritando un poco.-Quizás un té o algo fuerte, gomen... no...-¿no quería molestarlo? pero si él lo molestó primero.- emm... algo rápido, que me levanté sin darme cuenta ni cómo y ya me diofrío de andar sólo ahí con Pijama.-agregó algo avergonzado.-Perdón que haya venido así, pero es que tu bulla era infernal, no es que nosotros seamos los mejores vecinos, pero... hay que ver la hora ¿no?

Se asustó un poco luego de haber hablado tanto, definitivamente todo lo que estaba ocurriendo lo estaba cambiando, o se tomó algo sin querer que le habái removido la personalidad, ya que más daba... si ya estaba ahí con ese desconocido, lindo además.

Se le quedó mirando unos segundos. Sí que debía tener frío.
- Espera un segundo! -exclamó, antes de desaparecer tras una puerta por la que pocos segundos después volvió a aparecer con un jersey de lana en sus manos - Toma, ponte esto no te vayas a resfríar. Y siéntante donde quieras mientras preparo el té, de acuerdo? -
Se dirigió a la cocina para empezar a prepararlo todo - Ah, y siento lo del ruido! Es que había perdido la noción del tiempo! -gritó desde donde se encontraba, para luego asomar la cabeza por la puerta. - Por cierto, ¿cómo me has dicho que te llamabas?

Quedó un poco cortado cuando le pasó el jersei de lana, no pensó que luego de tratarlo de esa manera fuera tan amable, se lo colocó mientras lo veía irse a la cocina y se sentó derechito en el sillón que había en el lugar, no quería intrusear, ni mover nada, con lo extraño que andaba últimamente de seguro quebraba algo y ya no quería molestarlo más al otro.

Sonrió al ver como la cabeza de Jui se asomaba por la puerta de la cocina, le pareció un chico lindo y simpático, después de todo. Hasta se le hacía conocido de algún lado, de seguro era JRocker o algo.

-Pues, me parece que no lo dije.-agregó sobándose el cuello.-Mi nombre es Takuya, mucho gusto... ¿el suyo?

-Takuya? -repitió- ¿Tú eres el Takuya de An Cafe? Eh! Me alegra conocerte! -salió de la cocina contento, mientras el agua para el té se calentaba.- Yo soy Jui. Ah, y no me trates de usted, por kami-sama! Me hace sentir muy viejo -puso cara de hacer puchero - Bueno, enseguida estará el té, ok? Tú como si estuvieras en tu casa-
Volvió a desaparecer en la cocina. Le gustaba ser un buen anfitrión con sus invitados... incluso cuando no habían sido invitados. Y en este caso quería incluso ser más amable de la cuenta, ya que sabía que le había interrumpido en su sueño, y eso por lo menos a él le hubiera jodido bastante.

Casi le da un infarto cuando escuchó el grito entusiamado de Jui y salir de la cocina todo feliz, definitivamente necesitaba un descanzo, andaba muy alterado de los nervios.

-Etto, hai... soy yo, muchas gracias-le respondió gustoso de que lo reconociera.- Emm... trataré de no hacerlo-dijo sobándose el cuello, ya que era muy común en él tratar de "san" a todos a su alrededor, a menos de que quisiera molestar y decirles "chan", pero ese era otro cuento.-Muchas gracias-volvió a decir mientras Jui volvía a la cocina.

Claro que se quedó en la misma posición, no tenía la costumbre de andar revisando casa ajenas, aunque le dijeran que "estaba como en la suya", aunque se suponái que tampoco tenía la costumbre de andar insultando a la gente porque sí, aunque Jui tuviera cambiada la hora, ¿Jui? ... ¿por qué le sonaba? ¿Jui?

-¡Jui! ¡Vidoll!

Volvió a salir de la cocina, con una expresión muy feliz en el rostro.
-Vaya, ¿me conoces? Me alegra mucho! - exclamó. Mientras, el agua del té empezaba a hervir en la cocina, por lo que volvió corriendo a ella para sacarla del fuego.
- En nada estará listo! -gritó desde donde estaba. En realidad tenía que dejar de gritar tanto a esas horas de la noche. Perdía por completo el concepto del tiempo cuando estaba en su mundo...
Cuando lo tenía todo preparado, volvió a salir al salón para indicárselo a su acompañante. -Ya está todo listo, puedes venir cuando quieras -le guiñó.

-Claro que sí, su banda es muy buena-dijo cortesmente, en verdad le gustaba Vidool y justo ir a meterse en el departamento del vocalista, se sonrojó un poco al recordar todo el escándalo que había provocado.

Espero a que Jui le avisara, en la misma posición que había estado desde que se sentó, se sentía muy incómodo con todo lo que había ocurrido desde que se despertó y más encima ell otro le invitaba a venir cuando quisiera, se puso más colorado por el ofrecimiento, cuando Jui debió sacarlo a patadas, aunque él reclamara por algo justo.

-Gracias.-se levantó y fue a la cocina, sentándose frente a su té, probando un poco para no quemarse.-disculpa las molestias... de verdad.

- Bueno, no te preocupes, eh? En verdad tenías razón para ponerte así. A quién se le ocurre ponerse a usar el aspirador a estas horas de la noche... el que tendría que disculparse soy yo! - le contestó- así que fin de las disculpas y de hablarme así, que me hace sentir viejo! - sopló un poco dentro de la taza y probó el té. Se quemó un poco, pero trató de que no se le notara, aunque no pudo evitar poner una mueca extraña.
- Entonces... te he despertado yo, ¿no? - rió. - Menuda putada... ¿te había costado mucho dormirte? En realidad me siento mal... - puso cara de pena finjida, a propósito.

-Sí, está claro que estabas mal.-dijo sonriendo.- pero yo tampoco te lo dije de buena forma, es que estaba un poco... bastante enojado... y pues sí, no había podido dormir bien y ya me había quedado dormido cuando sentí el ruido.... pero... ya, gomen... no te estoy culpando de nuevo-agregó al darse cuenta de que hacia sentir mal al otro.- Etto... deberías soplar antes-dijo tratando de cambiar el tema y beber un poco, soplando antes.- Umm... delicioso, muchas gracias Jui...-se le quedó el san en la boca, para no seguir tratando al otro como un mayor- Emmm... ¿hace mucho estás aquí? ah y si no puedes contestar no importa, ya me iré cuando termine el té... no quiero molestar más...

Se quedó un poco cabizbajo y avergonzado. A partir de ese momento tendría que preocuparse un poco más de mirar la hora antes de ponerse a hacer cosas que hicieran demasiado ruido. Podía llegar a ser muy descuidado a veces, ciertamente.

- Eh... sí, está un poco caliente, debería soplar antes - vaya, se había dado cuenta de que se había achicharrado la boca. Sopló, bebió un poco y miró a Takuya- Pues... no sé, creo que debo llevar ya un mes aquí, practicamente. No me acuerdo. ¿Y tú? Ah, y no hace falta que te vayas, eh? Te he desvelado y yo no tengo ganas de dormir, así que... no sé, a lo mejor te apetece ver la tele un rato o jugar a algo... - ¿jugar a algo? ¿Tenía casi 30 años y estaba diciéndole que si quería jugar a algo? En fin... -

Se lo pensó un poco, en realidad tampoco sabía cuánto llevaba ahí, no había llegado hace mucho, pero con todo lo que le había pasado ya, tampoco podía ser poco tiempo, suspiró y puso atención a lo que el otro le decía, se le iluminó el rostro, en realidad no quería volver a la casa muy luego.

-Creo que llevo un poco menos de un mes, la verdad...-contestó bebiendo el té que le abrigaba de a poco.- Me gustaría quedarme sí, aunque no sé si jugar a algo sería buena idea- de repente un pensamiento algo subido de tono se le vino a la mente, pero lo despejó de inmediato.- digo... jugar, es tarde... quizás hacemos mucha bulla... etto... quizás una peli estaría bien ¿no?

- Ah... tienes razón. Ya se me había vuelto a olvidar lo tarde que es -soltó un par de carcajadas - A ver si ahora nos vamos a poner a hacer una barbaridad de ruido y va a venir alguien más a regañarnos, jeje, sería gracioso, ¿verdad?- comentó.

Probó otro poco más de té. Ahora estaba en su punto exacto, muy caliente, pero sin achicharrarse la boca, justo como le gustaba. - Podemos ver una peli, por mí perfecto... ¡y hago palomitas! - Exclamó entusiasmado. No era feliz si no comía viendo la tele - Si te apetece, claro. La verdad es que no tengo nada de sueño. Me he dormido una súper siesta, ¿sabes? Tengo los horarios cambiados. -es más, por culpa de ese cambio de horarios, estaba realmente hiperactivo.

-Ummm... la verdad no sé si sería muy gracioso-contestó con la imagen de un Kanon con el pelo alborotado, ojeras, pijama, golpeando la puerta con los pies.- Etto... no, realmente no...-se dijo más a sí mismo y siguió con su té, ahora poniendo atención a lo que le decía Jui.

-Puedo ayudarte con las palomitas, si quieres... aunque soy bastante malo en la cocina... se me quema hasta la sopa, la verdad... siempre me echan, pero... en fin... quiero hacer algo, ya que te he molestado-bebió un poco de té, mientras le escuchaba.- ya veo, a mí se me pasó ya el sueño... si despierto, me cuesta volverme a dormir y me viene bien la distensión-agregó con una sonrisa mirando a Jui