Gatos y conejos (Takuya)

No le había costado demasiado llegar a la casa de Takuya, pero sí le había costado un poco recuperar a aquellos gatos, la señora de la casa fue muy amable como siempre, pero el padre del guitarrista era alguien que le repugnaba al bajista, siempre se miraban feo, era obvio que ninguno de los dos se pasaba, pero jamás lo habían dicho públicamente.

Bastó que aquel hombre sólo insinuara algo malo de Takuya para que Kanon se le lanzara encima a golpearlo, Takuya ya no vivía ahí así que ese tipo no podría tomar represalias con él; los dos se propinaron buenos golpes, el viejo amenazó con poner una denuncia, pero el bajista no era de los que se acobardaban tan fácilmente. Lo amenazó diciéndole que dejara al guitarrista en paz, y después de disculparse con la señora se fue; se miró al espejo...tendría que usar mucho maquillaje para cubrir todo eso, lo peor era su labio roto, qué bueno que se había quitado el piercing antes de llegar.

Fumaba mientras conducía -aunque le dolía un poco la boca, no podía evitarlo, estaba demasiado colérico- y de cuando en cuando miraba a los gatos en la jaula, como si estos pudieran hacer algo, pero no podía evitarlo, su auto era casi su hijo y no quería que se dañara por nada “los estoy vigilando”, les dijo, como si los animales fueran a entenderle.

Se estacionó frente a la casa por fin y bajó con la jaula, ya estaba de vuelta en casa, y Takuya con ellos, su padre estaba lejos y ya no había nada que lastimara al chico, ahora podía estar todo bien, había hecho su trabajo de hermano mayor. Entró a la casa.

-¿Takuya...?- tenía la jaula a un lado.

Apenas Kanon se había ido, corrió hacia su habitación, cerró la puerta, buscó su mp4, colocó lo más duro que tuviera, máximo de volumen y se tiró a su cama. Lo que menos quería era pensar, sólo quería dejarse llevar, ojalá su madre lograra sacar a esa aberración que debía llamar padre de la casa, lo que menos quería era que su amigo, que siempre era bueno con él, saliera mal de eso.

Kanon era de temer, él lo sabía, cuando algo se le metía a la cabeza no había nadie que pudiera sacárselo de la mente, pero su padre era un monstruo de la ética, del que dirán, él era el presidente de los principios Japoneses, ellos eran su enemigo según su punto de vista, no se iba a quedar quieto, iba a ser la hecatombe.

No pudo parar el caudal de lágrimas que brotaban de sus ojos, no era buena para absolutamete nada, ahora hasta dudaba de su magia para tocar la guitarra, dudaba de todo, de si su mente estaba sana, de quién tenía la razón, de qué era lo bueno, de qué era lo malo. Sólo quería que Kanon llegara bien, nada más.

-Kanon....-suspiró, mientras su cuerpo pedía un abrazo a gritos.

No recibió respuesta por parte del guitarrista, pero lo conocía lo suficiente como para saber que podía estar encerrado en su cuarto, así que subió tranquilamente y tocó la puerta de la habitación de Takuya, no recibió respuesta nuevamente así que trató de abrirla...apara su suerte estaba abierta, escuchó la música que emanaba de los audífonos del menor, a él también le gustaba escuchar la música muy alto, pero a veces le preocupaba que el más bajo la escuchara tan alto, eso hacía daño.

Estaba acercándose suavemente cuando escuchó que Takuya lo llamaba y lloraba aún con los ojos cerrados, dejó la jaula con los animales a un lado y le quitó los audífonos suavemente.

-Te he dicho que no escuches la música tan alto.- sonrió suavemente porque le dolía el labio y abrazó a su amigo para que dejara de llorar.- todo está bien ya...- le besó la frente.- estoy aquí...- le acaricia el cabello con un amor único, el bajista podía ser muy rabioso a veces, pero también podía transmitir amor y seguridad.

Apenas recién lo había llamado en un susurro y él ya estaba ahí, la oscuridad de la habitación le impedia verlo bien, pero sonrió al escuchar como lo retaba por el fuerte audio de su música.

-Kanon...-siempre le daba lo que necesitaba en el momento justo, se aferró a él, por lo menos lo notaba entero.-¿Tú estás bien?-que importaba el todo, importaba él, nada más.-Kanon, muchas gracias... pero no debías... ¿por qué? ¿Estás bien? dime que no te hizo nada... ¿no hiciste nada estúpido verdad?

Iba a seguir con su interrogatorio, pero antes de que pudiera ir a encencer la lamparita de su velador, un tierno "Miau" lo sacó de sus pensamientos y acciones, haciendo que volteara rápidamente la cara hacia una jaula que estaba al lado de la puerta, miró a Kanon, luego la jaula, una mota de pelo blanco revuelta con algo cafe, se dejaba ver, no sabía qué hacer.

Sonrió un poco, claro que estaba bien, él no caía con tan poco, continuó abrazando a su amigo mientras éste lo interrogaba...¿algo estúpido?, pensándolo bien, sí había hecho algo bastante idiota, dudaba que el tipo cumpliera con su amenaza de denunciarlo a la policía...pero aún así lo que había hecho era algo estúpido. Suspiró, aquel hombre se merecía esos golpes que le había dado, por hablar así de su pequeño Takuya, y hubiera deseado darle más fuerte, así terminara en la cárcel.

Sintió que el corazón le saltaba de felicidad al notar cómo su amigo miraba hacia la jaula, había hecho su trabajo bien y eso era lo que contaba.

-Ve...- le dijo para que fuera con sus mascotas y lo soltó suavemente dejando que el guitarrista saliera de la cama y corriera a reunirse con sus gatitos. Kanon se sentó en la cama y se tocó suavemente el rostro, retirando rápidamente la mano...sí que pegaba duro el anciano ese, necesitaba hielo...aunque ya era algo tarde para eso.

-Tu mamá te manda muchos saludos y dice que te ama.

Sentía su corazón gigante, como cuando comes algo que realmente te gusta, junto a tus amigos escuchando buena música y riendo de lo que sea, esas sensaciones que obtienes sólo en momentos gratos, como cuando ves una pareja por el parque, o alguien te dice "te amo" o cuando ves como la persona que amas se sonroja cuando te tiene cerca, sentió como Kanon lo alejaba y un impulso que no sabía de dónde salió lo hizo correr hacia la Jaula.

La abrió despacio, como si al abrirla rompiera algo sagrado, se mordió el labio suavemente al sentir el roce del pelaje de sus mascotas rozar con la piel de sus manos al meterlas para abrir la puerta.

-¿Mi mamá?-ella nunca decía mucho y era la más amable, pero nunca creyó que lo amara, a él no podían amarlo.-Gracias

El primero en salir fue Merry, que se le acercó rápidamente subiéndosele por las rodillas sin importar que las garras se le enredaran en el pantalón de su dueño, Takuya lo tomó y se lo acercó a la cara, mirándolo de frente, notó sus dulces ojos, la blancura de su pelo, no tenía nada malo, se lo acercó Merry comenzó a frotarse con su cuello, a ronronear se sentía a gusto, pero un pequeño dolor en su muslo lo hizo mirar hacia abajo y ver a Tsuki con la mejor cara para un oscar, con esos ojitos grandes abiertos pidiendo atención, como diciendo "Yo también quiero", agarró a Merry con una mano y lo dejó en hombro, mientras con la otra mano tomaba a Tsuki y los llevaba hacia la cama, donde estaba Kanon. Encendió la lamparita para ver bien, le daba flojera ir a abrir las cortinas.

-Kanon...-dijo con un grito ahogado al ver su cara toda lastimada

No podía ocultar su felicidad al ver a Takuya jugar de esa manera con sus mascotas, se sentía bien...se sentía bien que por fin el guitarrista dejara las lágrimas para sonreír sinceramente, y si podía hacer eso siempre, entonces no le importaba ir a pelearse todos los días con quien fuera. El menor parecía no estar muy emocionado con lo de su madre, pero decidió dejarlo pasar, no haría preguntas tontas en un momento como ese.

Entonces Takuya regresó con él a la cama y prendió la lámpara, el bajista cerró instintivamente los ojos y apartó la mirada, no para que no le viera el rostro, si no porque la luz tan fuerte y repentina le molestaba. Cuando escuchó aquel grito de su amigo, sabía a qué se debía, seguro estaba asustado de verle la cara golpeada y el labio roto, sabía que había debido ir de frente a lavarse y curarse, pero el guitarrista estaba primero.

-Ya sé, ya sé.- dijo tranquilamente ye le acarició el cabello a Takuya mientras le sonreía.- él se llevó la peor parte...¡en serio!- trató de animarlo, por lo que rió un poco, ignorando el dolor que sentía.- deja de mirarme así...no estoy tan feo.- trató de hacer una cara graciosa pero ya no quería incomodar más al otro.- iré a ponerme algo.- se paró.

Sintió la caricia de Kanon como una corriente eléctrica, él había aguantado los golpes desde hace tiempo, pero por lo menos él era su hijo, se podía decir que tenía derecho de golpearlo, pero ver cómo Kanon tenía el labio y algunas marcas por el rostro le dolió más que nunca, no se inmutó con los "chistes" que trataba de decirle el mayor.

-Ten.-dijo sosteniéndolo antes de que se parara, pasándole a Merry, mientras que Tsuki ya se acomodaba en las piernas del bajista, al notar que su dueño se paraba.-Voy por el botiquin, no te muevas

Corrió hacia el ventanal, abriendo por completo las cortinas, dejando pasar el aire y la luz, quizás eso ayudaba un poco a alegrar el ambiente, una sensación fea lo recorría, no le gustaba para nada. Apagó la luz de la mesita, miró a Kanon con un puchero y salió rumbo al baño, donde suponía debía estar el botiquin, luego iría por hielo.

Recibió a los gatos, quería decirle que estaba bien pero Takuya fue más rápido que él, abriendo las cortinas y después corriendo al baño; el bajista miró al suelo, de verdad no quería que el menor se preocupara porque no era la primera ni la última vez que lo golpeaban así, él estaba más que acostumbrado y no le importaba.

Esperó pacientemente a que regresara el guitarrista y se quedó quieto para que le curara la cara, aguantando cualquier cosa que quisiera decir, el bajista era muy orgulloso y creía poder ocuparse de eso él solo, pero no quería molestar a su amigo. Se dejaba hacer, con los gatos entre las piernas, aguantando el dolor que causaba que le curaran.

-Lo siento Takuya...- ese lo siento salió desde el fondo de su corazón, lo sentía por todo, por eso, por irse sin él, por pelear con su padre, por no estar ahí cuando lo necesitaba, por no comprender muchas cosas, por tratar de arreglar los problemas a golpes, incluso lamentaba el no poder hacer cosas que le eran imposibles, pero aún así él lo lamentaba. Lo miró a los ojos y sonrió tristemente.

-Voy a estar bien, de verdad.

Con cada palabra que el bajista decía un puchero más notorio se le iba formando, no podía dejar de ser el "peque" de la banda, simplemente estaba en su naturaleza, aunque le hubieran quitado su niñez e inocencia hace un tiempo, por dentro él quería seguir siendo ese peque, no es que Kanon ayudara mucho, ya que siempre lo trataba como su "bebe". No pudo contenerse más y dejando el algodón de lado, se tiró hacia los brazos de Kanon, apretándolo con fuerza, él no sabía muchas cosas de Kanon, pues no hablaba mucho con él de otras cosas y era porque el bajista no se dejaba querer. Le gustaría que Kanon confiara un poquito más en él, pero tampoco es que fuera un ejemplo de libre abierto, pero habían cosas que era mejor ocultar, esperaba que Kanon no sufriera mucho por dentro, de que fuera feliz, como aparentaba.

-Te quiero... tanto-balbuceó

Recibió al menos en sus brazos, aunque no hablaran en esos momentos, las palabras estaban de más, se entendían y se querían, para el bajista...eso era todo lo que importaba, más nada. Las palabras de Takuya le hicieron sentir un alivio infinito, él no se merecía tanto cariño de parte del guitarrista, pero aún así necesitaba esas palabras para poder seguir viviendo.

-Yo a ti Takuya...tanto que tal vez no me creerías.- así era Kanon, no podía evitar decir esas cosas ni actuar de esa manera, sus amigos eran lo único que lo mantenía en pie y lo único por lo que se levantaba todos los días; su familia...ellos eran extraños para él, al igual que él para ellos, no recordaba cuándo había sido la última vez que había hablado con su padre, ¿era culpa suya?, no...un chiquillo no tiene la culpa de que su padre sea un borracho. Y la única persona a la que alguna vez había amado...aquella persona que logró que los labios del bajista articularan un te amo, ya no estaba en ese mundo...y Kanon le había fallado, por eso no podía fallarle a Takuya ni a nadie más.

Le acarició el cabello suavemente y le besó la frente con mucho cuidado, sonrió...porque el cariño y amor de Takuya lo hacía feliz.

-¿Crees que Teruki se moleste cuando me vea así?

-etto...-dijo mirando de nuevo la cara de Kanon, esbozando una rara mueca.-Bueno, hasta yo me molestaría... digo, deberías ponerte una bolsa de papel o algo-trató de bromear para relajar el ambiente.

Tomó de nuevo a Merry que lo miraba implorando cariño, pero Tsuki parecía amar el calor de Kanon o a él. Recordó auqel tiempo en que estuvo "enamorado" de Kanon, había sido hace tiempo, cuando lo conoció, lo había dejado deslumbrado, pero al tiempo comprendió que Kanon sólo podía quererlo como un hermano, como un buen amigo, trató por un tiempo de hacerlo "caer", pero claramente no resultó.

-¿sabías que estuve enamorado de ti?-preguntó suspirando y riendo luego, que estúpido era a veces

Rió un poco, lo tendría en mente, porque no parecía ser una mala idea, al menos así no se asustarían como lo hizo Takuya.

-Pero tendría que hacer huecos ¿no?, para ver...- comentó pensativo, como si de verdad estuviera pensando en hacer algo como eso. La pregunta del guitarrista realmente lo tomó por sorpresa, lo miró un tanto sorprendido...¿enamorado de él?, ¿cómo podía ser?, al principio pensó que era una broma y estaba a punto de decirle “hasta crees que voy a caer”, pero al ver a los ojos a su amigo se dio cuenta de que eso sería una tontería.

-¿En serio...?- habló por fin.- me resulta difícil de creer, no tengo nada especial.- comenzó a acariciar al gato que se había quedado con él.- no me di cuenta.- volvió a mirar al menor a los ojos, era la verdad, no se había dado cuenta, tal vez porque desde el principio él siempre se había dicho “no te metas con los de la banda”.

Miraba la cara de Kanon expectante, sonrió al ver como iba cambiando, de primera era obvio que no se lo creería, pero al ver su cara seria lo aceptó, luego fue de sorpresa, luego de ¿pena? quizás.

-Sí, fue cuando llegué-respondió recordándolo.-Jaja... si vieras más allá de lo que crees saber, Kanon-dijo sonriendo y tocando la frente del mayor con un dedo.-Sí, sé que no te diste cuenta-no puedo evitar reír de eso, ya había superado todo lo de Kanon.-Era triste ver como mis "insinuaciones" te parecían juegos divertidos que terminaban conmigo en el suelo muerto de dolor en las costillas de tanto reirme. Luego, opté por verme "lindo" y me apretabas los cachetes como a tu hermano mejor, después los "celos", terminaste golpeando a todos los tipos por meterse con tu "hermano", así que al final terminé queriéndote de la misma forma, como a mi hermano... un hermano regañon y llevado a sus ideas

Se sentía bien por fin decirle eso a Kanon, saber que lo podía comunicar, significaba que estaba completamente superado, el problema era que lo había superado amando a otra persona, cometiendo el mismo error, una y otra vez. Merry se había quedado dormido entre sus manos, se le veía tan relajado, que irradiaba lo mismo hacía él, por otro lado, Tsuki no quería separarse de Kanon.

-Creo que tienes nuevo pretendiente, Kanon-se rió bajito

Escuchó atentamente lo que le decía Takuya, ¿de verdad las cosas habían sido así?, ¿cómo había podido ser tan ciego?, su intención jamás había sido lastimar a su pequeño, pero no tenía una excusa para él, el guitarrista no sabía el pasado de Kanon y era obvio que no entendería algunas de sus actitudes; sonrió tristemente mientras bajaba la mirada y seguía acariciando al gatito, después volvió a levantar la mirada para encontrarse con los ojos expectantes de su amigo.

-Así como lo dices...parece que yo era un patán.- se rió suavemente, y qué...tal vez sí lo era y nadie se había atrevido a decírselo, por eso trataba de cambiar. Miró al gatitos y se rió más, ¿nuevo pretendiente?, definitivamente tenía que deshacerse de esa imagen de promiscuo, porque con animales no se metía. Tomó al gatito entre sus manos y lo miró a los ojos, haciendo una expresión graciosa.

-Lo siento Tsuki, la zoofilia es mi límite...pero Takuya, él te puede complacer.- se echó a reír después de decir eso y le puso al gatito entre las piernas para que él se encargara de su mascota. Después se puso algo serio.

-Taku...la próxima vez que alguien te haga algo así, dímelo por favor...no dejaré que nadie te ponga un dedo encima.- dictaminó bastante serio.

-Claro que no eres un patán-dijo riendo.-Sólo que no me veías de esa forma, lo entiendo muy bien.-Tuvo que apretarse el estómago de tanto reír al escuchar a Kanon hablar de la zoofilia.-¡Claro que no! yo tampoco

Recibió a Tsuki secándose las lagrimas que habían escapado tanto reirse, que asqueroso podía sonar eso de la zoofilia, menos con sus gatos, pero de la forma en que lo había dicho Kanon sonaba gracioso. Escuchó atentamente loq ue Kanon le pedía, algunas imágenes volvieron a su mente, es que él ya se había acostumbrado a eso, no le tomaba la importancia que tenía al parecer para los demás, sonrió gustoso de tener a alguien que se preocupara tanto por él.

-Gracias Kanon-dijo sincero.-pero no lo haré muy seguido, no me gusta tu cara así, te ves feo-agregó picándole una mejilla y echándose a reir.

Takuya le dijo que no era un patán, pero eso no haría que aquella palabra abandonara la cabeza del bajista, definitivamente era un tonto si había ignorado a su amigo de esa manera, a veces se preguntaba si al destino le gustaba jugarle bromas crueles.

Rió junto con su hermano menor mientras lo miraba con sospecha por lo de la zoofilia, claro que todo era en broma, la reacción del más bajo de verdad le había hecho reír, y entonces recordó que le dolía el rostro, pero no dijo nada para no preocupar al otro.

-¡¡Auch!!- hizo un puchero medio por el dolor y medio por hacer sentir mal a Takuya.- ¿por qué eres malo Takuya? Me golpeas y me dices feo...eres cruel.- seguía con el puchero y tratando de hacer ojos llorosos, recuperó al animalito.- ven aquí peque...- le dijo al gato.- no te dejaré a solas con este torturador...no quiero ni imaginarme lo que te hará.- hizo gesto de susto y después se rió un poco.- ya en serio...no me toques que duele...y sobre lo otro, no me importa cómo me vea, quiero que estés bien, ¡así que no me hagas seguirte a todos lados...!- agregó en broma, aunque él era bien capaz.

Rió al ver el puchero de Kanon ¿Cómo alguien así tan tierno, podía estar solo? o será que Kanon aleja a la gente por alguna otra razón, o será que simplemente es tierno con ellos y en verdad sólo le gusta jugar con sus "conquistas" ¿un buen rato y adiós? esa cara le decía todo lo contrario, pero él no era quién para juzgarlo.

-Gomenasai Kanon, sólo jugaba perdón-Tsuki se fue gustoso con el bajista-quizás puedas quedartelo unos días, así no duermes tan solito, la compañia de una mascota siempre es buena-le dijo sinceramente, no le gustaba ver a Kanon tan promiscuo y solitario a la vez, incluso preferiría verlo con Miku.-Gomenasai ¿quieres tomar algo para el dolor?-le preguntó y besó tiernamente donde antes le había tocado.

Logró que Takuya se disculpara con él, sonrió ya que eso era lo que quería, en realidad no había dolido tanto como para que el otro se disculpara tanto y además el bajista estaba más que acostumbrado a ese tipo de vida. Miró al gatito unos segundos, no le parecía correcto y además a él le gustaba dormir con su puerta cerrada y no quería que el animalito le anduviera rascando la puerta por la madrugada.

-Mejor no Takuya...ya me compraré una mascota.- le sonrió a su amigo y recibió el beso en su mejilla sonriendo, dolió un poco pero se lo calló.- noooooo...¡yo soy bien macho!- alardeó completamente y después comenzó a reírse.- deja que me pongo un poco de hielo y nos sentamos a ver una película, ¿sí?

Rió con la reacción de Kanon ¿qué tenía que ver con que fuera "bien macho" con el tomar algo para el dolor?

-los machos también sufren, Kanon-dijo tristemente.-ven, que yo te lo pongo... el hielo, claro-agregóriendo al ver el doble sentido de la frase.-aprovecho de darle un poco de comida a estos dos, que deben estar hambrientos, trae a Tsuki ¿si?-tomó a Merry y se dispuso a bajar las escaleras para darles un poco de leche, ya mañana iría de compras a la tienda para tener todo lo que necesitaban sus gatitos.-¿Qué película veremos?-preguntó gritando a Kanon, ya que no sabía si este venía bajando con él o aún estaba arriba en el dormitorio.

Asintió a lo que Takuya le decía y lo siguió con el gato en brazos, mientras bajaban las escaleras escuchó que el guitarrista de su banda gritaba y frunció un poco el ceño.

-¿Por qué gritas?- preguntó entre medio sorprendido e irritado, no le gustaba que le gritaran cuando estaba tan cerca, pero como era Takuya lo dejó pasar.- no lo sé...la que te guste a ti peque.- le dijo muy cariñosamente y cuando estuvieron en la sala se sentó en el sofá con el gato en el regazo.- ¿alguna vez has curado a alguien?- preguntó intrigado, porque hacía un rato Takuya le había ayudado con las heridas y ahora se ofrecía a ponerle el hielo, ¿sería que su padre lo había golpeado varias veces y se había tenido que encargar de eso él solo?, se puso un poco triste por eso.

-¿Quieres pedir una pizza...?

-¡Ay! gomen, Kanon... no sentí que venías detrás-se asustó un poco al sentir la voz del bajista.-pues me gustaría una de monitos... no sé... algo, tranquilo... quizás Animé ¿qué me recomiendas?-preguntó mientras se iba a la cocina.-Pues sí, estoy acostumbrado...-dijo sin querer y luego se dio cuenta de que al decir eso se podía transformar en un alma de doble filo.-ya sabes que soy muy torpe y siempre me caigo, o me pego, tropiezo, no veo murallas, etc... mamá se aburría ya de curarme y aprendí solito...

Esperaba que le creyera, tampoco era tan mentira, sí que era torpe y sí que se tenía que curar solo, se sabía ya varías técnicas sobre qué ponerse y de qué manera maquillarse.

-¿Pizza? ¡sí! ya me dio mucha hambre.-llevó dos posillos con leche y los dejo en el suelo para que los gatitos bebieran

-Creo que anime estará bien.- respondió tranquilamente mientras seguían bajando.

Detectaba la mentira en lo que Takuya le decía, pero por otro lado...su amigo sí que era algo torpe y a veces Kanon tenía que andarlo cuidando, todos en realidad...pero ese era uno de sus encantos; quiso preguntar más, quería saber la verdad, quería odiar más a aquel tipo, pero calló...calló por el bien de su pequeño hermano, porque quería verlo sonreír, por alguna razón cuando se trataba de Takuya le costaba un poco más, sacarle una sonrisa sincera de pura felicidad era bastante difícil para el bajista, por eso estaba orgulloso de haber conseguido los gatos.

Se sentó en el sofá a ver cómo los gatitos tomaban su leche mientras él llamaba a pedir pizza, Takuya pronto se sentó a su lado y Kanon lo abrazó y le sonrió.

-En un rato llega la pizza...¡veamos anime yaoi!- dijo emocionado.

Luego de ver que sus gatitos comían animadamente se fue a sentar al lado de Kanon, el cual prontamente lo abrazó, un pequeño rubor cubrió sus mejillas al escuchar lo que quería ver su amigo.

-etto...¿Animé Yaoi?-no quiso mirarlo a los ojos, de seguro se estaría burlando de él, por ser tan vergonzozo con algo como eso, siendo que siempre molestaba con lo de "Seme/Uke" a Kanon.-Pues... nunca he visto, si quieres... será... genial...-la curiosidad lo cubrió por completo, nunca habái sido tan asiduo al animé, menos al de ese tipo, de seguro era... no sé, mejor verlo.- hey... ¿aparte de Pizza pediste algo de comer? en el refri no hay nada, creo que cuando vaya a comprarle las cosas a mis gatitos, deberé pasar por el super...-le daba pena ir solo.-¿Vas conmigo? ¿Sí?-lo miró a los ojos con un puchero muy gracioso, esperó que el mayor lo acompañara.

Takuya accedió a ver un anime yaoi aunque no parecía del todo convencido, al bajista se costaba un pcoo creer que el menor jamás había visto un anime yaoi, sonrió maliciosamente, porque en ese caso no podría cualquier yaoi, pondría l más explicito que tuviera a la mano.

-No, sólo pedí la pizza.- no había revisado la refrigeradora y no sabía que estaban sin provisiones; miró a Takuya cuando le pidió que le acompañara a hacer las comprar, él odiaba comprar y todos en la casa lo sabían, pero por otro lado no quería dejar ir solo al peque, no era que le fuera a pasar algo pero no le gustaba dejarlo solo. Sonrió suavemente, ¿cómo resistirse a esa expresión?

-Claro que te acompaño peque...pero primero vemos el anime.- empezó a buscar sus animes y encontró uno bastante explícito, sonrió y lo puso.- creo que te va a gustar.- la pizza casi no demoró nada en llegar, la pagó y se sentó al lado de Takuya para ver el dibujo.