Recién llegando [Libre para cualquiera de la casa]

Recién había llegado a JRock Av., y la verdad andaba un poco perdido por las calles, pero después de todo, logré ubicar la casa, aunque me había venido en un taxi, que por cierto no me gustó mucho como me trato el chofer, pero eso ya daba igual.

Como no tenía nada más que hacer, saqué mi guitarra y empezé a tocar una canción cualquiera, a estas alturas me daba lo mismo que tocar, lo hacía para relajarme, ya que después de esa llegada, no andaba de humor para otra cosa.

Aún seguia desembalando el equipaje de Kamijo, cuando escuche entrar a alguien.
Como oí una guitarra, supuse que era Teru.
Me dirigí lentamente a su inmensa habitación, y me puse enfrente de él.

-Bienvenido tontito mio...-lo miro tierno y lo abrazó- hace cuanto llegaste? -le preguntó sonriente- te gusta el lugar, ne? -le dijo-

Sintí otra presencia en la habitación, por la voz, suspuse que era Hizaki, mi gran amigo, no podía ser otra persona, ya que según sabía, no habían llegado nadie más excepto el otro guitarrista y Kamijo, así que dejé de tocar, para asomarme e intentar mirar mejor.

- Oh, Hizaki-kun! -dije con un tono de emoción y alegría al confirmar lo que había pensado, también abrazándolo- Llegué recién hoy, y vaya que fue largo el viaje -dije con una entonación distinta, más bien de cansancio, para después mirarlo tiernamente, mientras suspiraba- Me encanta, de veras -dije observando que atrás de él habían unas maletas- Y... veo que Kamijo también llegó, no? -dije con tono afirmativo, pero a la vez dubitativo - Quieres que te ayude a desempacar sus maletas, Hizaki?

-si, el príncipe llegó...-rió, negando con la cabeza- me ayudarías? gracias! -sonreí y fuimos a mi habitacion-

Luego de una hora mas o menos, acabamos con todo mi equipaje, y una parte del de Teru.
Estaba exhausto y cansado.
-ah...-dije levantándome del piso y tocándome la cintura- quieres algo para comer, Teru-chan? hay spaghetti a la bolognesa, sushi, iaki soba o pizza...-sonrió- dime que la ama de casa te prepara...-dijo tocándose el pecho con una mano-

- ¿Cómo se te puede ocurrir que no te ayude? Claro que lo hago, por algo me ofrecía a hacerlo -dije para luego irnos a su habitación y ayudarlo a ordenar su equipaje, y un poco del mío, quedé algo cansado por eso, vaya que eran muchas prendas y varios accesorios, sin contar las guitarras que tenía cada uno.

Después noté que Hizaki, aunque se notaba bastante cansado, pero era natural en él, ya que nadie de nosotros lo hacía, me ofreció algo de comer, yo sólo le sonreí - pues descansa un poco -dije antes de decir lo que se me antojaba- Bien, Hizaki, si no es mucha molestia para tí -dije riendo un poco - Spaghetti estaría bien.