Compenetración Cafekka [Privado | Lemon]

-No te contengas Yuu...- volvió a atacar su cuello, mordiéndo con fuerza, quería dejar una marca... mostrar que era suyo. Era como si Miku estuviera en una estado inconsciente, su parte racional se había apagado por completo, y un lado animal desconocido había asumido el control de su cuerpo y mente. -Dejame escuchar esos gemidos- susurró, bajando sus labios a una de las tetillas de Yuuki, mordiendo los pezones con suavidad.

-Parece que esto necesita algo de espacio, no?- preguntó riendo. Con una sonrisa atrevida y algo descarada, bajo sus manos hasta los boxers del tecladista y sin que éste pudiera reclamar o decir algo, se los saco y los tiro lejos. -Que lindo eres Yuu-chan-

Estrujó las sabanas con sus manos curveando un poco su espalda al sentir los besos de miku en su tetilla.
- mikuuuuuuuuuuu! -grito en un gemido que no pudo contener. El castaño sabia perfectamente donde tocar y como tocarlo como si hubieran sido amantes toda la vida.
Al igual que Miku había perdido totalmente la conciencia de donde estaba, ya nada le importaba, solo satisfacer al mayor.

Levantó un poco su cuerpo acercandose y beso nuevamente sus labios dandole ligeros chupones al labio inferior mientras se daba vuelta para cambiar nuevamente la posicion,quedandose encima del vocal.

- Ahora es mi turno... -sonrío picaro y lamío la palma de su mano para luego introducirla en el boxer de Miku comenzando a tocar suavemente el miembro de este con la mano húmeda por la saliva.

Cambiaron de posiciones una vez más, y fue Yuuki quien quedo arriba. La respiración del vocalista era agitada y rápida, y sintió una corriente electrica viajar por todo su cuerpo cuando la hábil mano del rubio se metio dentro de sus boxers.

-Mmmm...- gimió dulcemente, sintiéndo como su amigo aumentaba la velocidad de sus caricias. -Ah! Yuu... que bien lo haces- le dijo con una sonrisa, entrecerrando los ojos, jamás se imagino que el tecladista pudiera ser tan bueno.

Volvió a tomar posesión de sus labios, y con las manos desocupadas, bajo su ropa interior y la tiro a un lado de la cama. Ahora estaban los dos desnudos, piel con piel rozando, sobre las blancas sábanas del vocalista.

Tomando atención al necesitado miembro de su amigo, poso una de sus manos sobre éste y comenzó a masturbarlo al mismo ritmo con que Yuuki lo acariciaba a él.

Siguió con sus movimientos alla abajo,rodeando el miembro de su amigo con la mano y luego acariciandolo de arriba abajo, jugando con su dedo pulgar en la punta y finalmente seguir con sus caricias pero cada vez mas rapido.
Deslizo su lengua por el cuello del castaño, hasta llegar a la unicon de su cuello con el rostro y dejarle un pequeño chupon marcado.

Correspondió el beso del vocal para luego separar rapidamente su boca dejando salir un fuerte gemido que provocó Miku al comenzar a masturbarlo.

-Mmmm... detente si no quieres que me corra ya mismo- dijo en un tono sexy, detuvo la intrepida mano de su amigo, y volvió a dar vuelta sus posiciones, dejando abajo al rubio.

-Ahora te quedas ahí y no te mueves más...- susurró bajando su rostro hasta quedar frente a la masculinidad del tecladista. -Ne, Yuu... eres tan lindo...- comenzó a masturbarlo lentamente, casi dejando que fuera una tortura. -Me gusta tanto cuando gimes...- aumento la velocidad un poco más. -Grita Yuu, grita cuanto te gusta...- sacando la punta de su lengua, lamió delicadamtente la cabeza del erecto miembro, aún torturando de placer a Yuuki. -Grita que quieres más... ruegame por más- la sonrisa casi maldadosa continuaba en su rostro cuando finalmente tomo el miembro dentro de su boca y comenzo a succionar.

Sonrió un poco al escuchar a Miku y detuvo su mano lentamente. En un rápido movimiento por parte del vocal se encontraba nuevamente debajo de este.

- Como usted ordene ... -dijo sexymente acomodandose más en la cama observando cada movimiento de Miku. Su verguenza y timidez habían desaparecido por completo.
Quiso contestar el halago pero no pudo y se aferró a las sabanas gimiendo de placer al sentir como Miku lo masturbaba.

- Oh Kamisama! aaaaah mmmm aaaa -gemía fuertemente y mordía su labio inferior tratando de controlarse pero no podía, le era imposible hacerlo.
El mayor lo estaba torturando pero como le encantaba.

- MIKU! AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA MIKUUUUUUUUU!! MAS MAAAS ! - llevó su cabeza para atras pegandola a la almohada gimiendo casi gritando sin poder contenerse, obedenciendo lo que el vocal le demandaba. Esa noche era completamente suyo.

Los gritos del tecladista retumamban dentro de su cabeza, lo único que lograban era excitarlo aún más. Amó su gritos, sus gemidos, cada sonido que escapa de esa maravillosa boca... pero, algo más le clickeo dentro de la cabeza. ¿Habría despertado alguno de sus compañeros de banda? Era cierto que la puerta estaba cerrada, pero los gritos del rubio ya debían escucharse.

Continúo succionando, como si su vida dependiera de ello, tratando de entregarle el máximo placer a su amigo. Subía y bajaba, y hasta trato de tomarlo por completo dentro de su boca. Sus manos, que se habían quedado sobre las piernas de Yuuki, comenzaron a acariciar los muslos del rubio.
Con sus dedos toco la entrada del menor, acariciandola suavemente, sin intentar meterlos. Sólo tratando de hacer entender al rubio que era lo que quería y esperando que este le diera alguna señal de que podía seguir y preparlo.

Trataba de controlar sus gritos y gemidos ya que tenía en claro que podia llegar a despertar a los demas miembros de la banda que dormían en habitaciones al lado de la de Miku. Para desgracia la habitación del vocalista era una de las que se encontraba en el medio de las demas.Pero se le hacia imposible no gritar, el castaño le estaba dando demasiado placer.

- Mmm lo haces taaaan aaah -dejo salir un imprevisto gemido al sentir los dedos de Miku en su entrada - bieem ... -termino su frase con la respiración jadeante por al excitación que este le causaba. Se animo a posar sus manos sobre la cabeza del vocal acompañando los movimientos del mismo mientras acariciabia sutilmente su cabello.

- Oh Miku hazme tuyo.... -confesó, sabiendo lo que el mayor pretendía aunque estaba algo asustado pues nunca antes había ocupado el lugar de uke, pero confiaba en el vocal, sabía que lo haría mas que bien.

No lo penso dos veces al escuchar las palabras que Yuuki le decía, y con fuerza metió uno de sus dedos dentro de su cuerpo.
Pensarlo habría significado volver a realidad y dejar que el sentido común volviera a su mente. Lo que pasaba ahora aún parecía una ilusión, un sueño del que no quería despertar. Obviamente no podía ser real, ¿o si?

No dejo que su amigo siquiera alcanzara a acostumbrarse al intruso, cuando ya había metido un segundo dedo, haciendo caso omiso a los quejidos de dolor del rubio. Soltó su miembro y comenzó a masturbarlo con la otra mano, ocupando sus labios para besar las piernas de su amigo, tratando de relajarlo.

-Tranquilo Yuu... ya va a pasar- siguió besando las suaves y blancas piernas, haciendo un camino de besos alrededor de los muslos, tratando de apaciguar el dolor que el menor pudiera sentir.
Era extaño ser él quien estuviera en la posición de tranquilizar al otro, normalmente era él quien estaba abajo, quien recibia el dolor y quien pedía por más... ¿Quién iba a pensar que su primera vez con un hombre iba a ser con el tecladista? Se había acostado con gente antes, pero con mujeres... y su primera vez con un hombre había sido con Kanon, haciendo él, el papel de la mujer. Un dejo de dolor le recorrió el corazón al pensar en lo último, y rápidamente borro aquellos pensamientos de su mente. No era el momento ni el lugar para pensar en el bajista.

Dejó escapar un grito de dolor mezclado con un gemido de placer al sentir como el vocal lo preparaba. Trataba de no pensar en el dolor y reemplazarlo con placer pero no podía., era su primera vez y le dolía bastante.

- Mm Miku ... -dijo aguantando el segundo dedo, mordiendose fuertemente el labio inferior para no gritar. El castaño lo acariciaba dulcemente pero no podia calmar el dolor . Incluso unas lagrimas se escaparon de sus ojos.

-Ne, cuidado Miku cuidado.....eres el primero... -decidio confesarle ya que sabia que no iba a guantar mas dolor.

Las palabras del rubio lo pararon en seco, aún mantenía dos dedos dentro suyo, y sus labios se habían quedado quietos sobre la piel del menor, pero su corazón latía rapidamente, y le golpeaba con fuerza el pecho. ¿Qué había dicho? ¿El primero? Sintió que sus mejillas le ardían, probablemente se había ruborizado, y por un momento no supo que hacer. ¿Debía continuar? ¿Debía seguir preparándolo? ¿Era él el indicado?

-Yuu...- susurró fijando finalmente su mirada en los ojos del tecladista. -¿estas... estas seguro? ¿quieres que yo sea el primero?- preguntó algo asustado, asumir una responsabilidad así... no estaba seguro si podría cargar con ella. Ahora podía ver el otro lado de la moneda, él mismo le había ocultado a Kanon sobre su virginidad, ahora entendía lo culpable que éste debió haberse sentido cuando Miku le había dicho la verdad.

Movió sus dedos con intenciones de sacarlos, talves no era correcto... tal ves no era el momento... él no debía... 'Yo no soy el indicado' pensó, y su sentido común bajo de golpe dentro de su cabeza.

Se sintió como idiota al notar la reaccion del vocal, tal vez no debía haberselo dicho. Se reprocho una y otra vez dentro de su interior. Aunque la razón llego a su mente cuando este le pregunto si era el indicado.
¿Lo era? Estaba claro que Yuuki lo queria y mucho y tambien lo deseaba pero solo tenía una virginidad, era algo valioso. ¿Miku la merecía?

Dejo de pensarlo y se acercó al vocal en cuanto este quito sus dedos de él, se acerco a su rostro y dijo sin titubear.
- Hai... quiero que tu seas el primero... - al terminar su confesión unio sus labios con los de Miku en un dulce beso indicando que era lo que quería.

Su cara aún ardía, en parte de verguenza y en parte de emoción, sus labios se unieron a los del tecladista, dejando que aquel sentimiento de confianza se mezclara con la lujuria. Miku estaba inseguro, aún no sabía si lo que estaba pasando era correcto o no, pero si Yuuki le pedía ser el primero, lo sería... y lo haría feliz. Eso era lo que hacían lo amigos, ¿verdad? Preservar la felicidad del otro sin importar nada más, y el vocalista consideraba al rubio uno de sus mejores amigos.

-Muy bien...- susurró luego de separar sus labios. -entonces continuemos...- dijo retomando la tarea de preprarar al rubio, tratando de recordar en donde había dejado el lubricante. Desde aquella noche con Kanon en esa misma habitación, Miku mantenía lubricante guardado, por si acaso, ya que uno nunca sabía cuando este tipo de situaciones se podía presentar.
Tratando de ser más cuidadoso que antes, escupió sobre sus dedos y volvió a jueguetar con la entrada del tecladista. Metió un primero, dilatando lo más que pudo, y dejo que el segundo dedo entrara con rápidez para que el menor comenzará a acostumbrarse a la intromisión, sin moverlos aún.

-Ne, Yuu-chan... ¿aún te duele?- preguntó al ver a su amigo con los ojos cerrados, con una mueca indescriptible en su rostro.
Moviéndose un poco para acercarse a su rostro, volvió a unir sus labios en un suave beso, y se separo con una sonrisa. -Hare de esta la mejor experiencia de tu vida...- y dicho esto comenzó a mover sus dedos, adentro y afuera, penetrando una y otra vez la estrecha entrada del rubio.

No se atrevió a contestar, aún bastante le dolía pero ya no lo demostraría.
Bastante avergonzado se sentía por haber confesado sobre su virginidad.

Correspondió ese beso ahogando los gemidos en la boca de Miku, contra sus labios para luego darle un pequeño chupon y estirar el labio inferior del vocalista.

- Sé que lo harás... - susurro en el oido del castaño luego de separar sus labios - mmmmaah -gimio un poco el el oído de este, y luego se atrevió a darle unos pequeñs chupones al lobulo de su oreja-
-mm no te detengas Miku... -dijo entre gemidos, disfrutando de cada movimiento de los dedos del castaño.

Noto que el cuerpo del rubio ya se había acostumbrado a los dos dedos que entraban y salían, y decidió, con una sonrisa deseosa, insertar un dedo más.
Con cuidado detuvo el movimiento de los dedos, y comenzó a introducir uno más, haciendo un camino de besos por el vientre de su amigo.

-Mmmm.... Yuu, que rico cuerpo tienes- le dijo lamiendo la piel con suavidad. -Podría tenerte así todo el día y no me cansaría- dijo con voz seductora, comenzando a mover adentro y afuera los dedos, cuando finalmente el tercero había entrado por completo.

Ya no aguantaba más, su miembro pulzante le pedía a gritos entrar en el delgado cuerpo, pero debía controlarse un poco más. Sabía que Yuuki aún necesitaba tiempo para acostumbrarse, antes de que metiera su masculinidad dentro de él.

-¿Ne, Yuu-chan, puedes sacar el lubricante que esta dentro de aquella mesita?- preguntó sin dejar de mover sus dedos, algo entretenido de ver como lo haría el tecladista para hacer su pedido.

-mmmh es todo tuyo - contestó con los ojos cerrados disfrutando de cada beso y caricia que el vocal hacia en el cuerpo del tecladista . Dejándose llevar por completo por el momento. En su mente solo existía él y Miku y ese lujurioso momento , nada mas.

- mmha -gimió una vez mas lamiéndose los labios sintiendo como el castaño no dejaba de jugar con sus dedos en su entrada.

Al escuchar su pedido volteó un poco su cabeza en dirección a la mesita y estiro una de sus manos llegando a ella y abriendo el cajón rápidamente, para meter su mano dentro del mismo y comenzar a revolver entre las cosas brutamente y torpemente tratando de encontrar el lubricador.

No pudo evitar reírse al ver como torpemente su amigo buscaba el lubricante. -Que lindo eres Yuu... me encantas, ¿sabías?- sus dedos aún se movían, y su boca tomo atención del miembro de su amigo de nuevo, succionando una vez más la cabeza de éste.

Cuando finalmente Yuuki encontro el tubo de lubricante, se lo paso a penas con rápidez al vocalista. Miku soltó la erección de su amigo y removió los dedos de su entrada, escuchando un suspiró mezclado con un gemido escapar de los labios del tecladista.

Se echo una abundante cantidad de lubricante en una de sus manos y se lo esparció generosamente a traves de su erección, no podía dejar que el rubio sintiera dolor, así que también unto una gran cantidad en su entrada, metiendo sus dedos nuevamente y esparciendo algo alrededor.

-Ya no aguanto más,- miró con lujuria a Yuuki, acariciando sus blancas piernas con la mano desocupada. -¿Puedo entrar?- le preguntó masturbandose para seguir esparciendo el lubricante por su miembro.

- Me encantas Miku mmmha! -dijo en cuanto este introducio su errecion en su boca succionandola dandole un placer gigantezco al tecladista.

Logro encontrar el lubricante al fin y se lo paso a Miku dejando escapar gemidos en cuanto lo sentía cada vez mas.
Ya no aguantaba , quería que entre en él de una vez por todas, aunque tenia muy bien en claro que le iba a dolor pero no le importaba, deseaba tanto poder ser uno solo con el vocalista.

Se separó un poco de este, para acercarse a su rostro y depositarle en sus labios un beso intenso, acto seguido tomo distancia de su rostro mirandolo a los ojos.
- Hazlo.. -sonrió y estiro su labio inferior en un chupón para luego darse la vuelta quedando apoyado contra sus manos en el colchón dándole una mejor posición para que Miku pudiera entrar en él.

Un beso fue la aprovación que necesitaba, se proponía a ponerse en posición, pero el rubio se movió antes de que éste pudiera hacer algo. Cargandose en sus brazos y rodillas, Yuuki lo esperaba, pero el vocalista quedó algo perplejo. ¿Acaso el tecladista no quería mirarlo a los ojos cuando se hicieran uno? ¿No quería poder besarlo cuando sus cuerpos se fucionaran?

-Yuu- con sus manos tomo el cuerpo de su amigo, y con suavidad lo dió vuelta. -Quiero verte a la cara cuando te penetre... quiero ver tu rostro lleno de placer y escuchar tus gemidos mientras te lo hago sin parar- susurró seductoramente, dejando que su aliento tibio golpeara la mejilla del menor. -Te quiero ahora-

Abrió las piernas de su amigo y se posiciono entre medio, con sus manos levanto las caderas del rubio, y acercó su palpitante miembro a la entrada de éste. Presiono con cuidado la cabeza de su masculinidad en el cuerpo y lentamente comenzó a entrar, escuchando como gritos de dolor y placer mezclados salían de la boca del tecladista. Alcanzó a ver algunas lágrimas, y acercando aún más su cuerpo, beso las mejillas de Yuuki. -Tranquilo, ya va a pasar... siempre duele la primera vez- susurró y siguió penentrando, lentamente hasta llenar por completo el cuerpo del menor. El lubricante lo había ayudado bastante, no había ni un signo de sangre, y aunque estaba muy estrecho, el placer comenzó a recorrerle.

Asintió sin mas nada por decir, dejando que el mayor lo guie ya que el era totalmente inexperto en esa situación.
Lo abrazo en cuanto este se acerco pero una de sus manos se poso en su cuello mientras lo miraba al rostro aunque cerraba los ojos sin poder evitarlo en algunos momentos mientras comenzaba a gemir con mas fuerza sintiendo como el miembro erecto de Miku tocaba su entrada pidiendo entrar,

- MIKKKUUUUUUUUUUU! -grito en un primer gemido compuesto por dolor y placer en cuanto el vocalista ya se encontraba dentro de él.
Lo abrazo mas fuerte hundiendo sus dedos en la piel desnuda de Miku sosteniéndose con fuerza sin dejar de gritar fuertemente, no se podía contenerse, le dolía pero el placer era inmenso y lo demostraba en gemidos cada vez mas fuertes.

- ahh ahh miku ahhh!! - acerco sus labios a los de el y los unió tratando de ahogar los fuertes gemidos en su boca.

Esa noche se había acostado tarde, estuvo mucho rato mirando el diario donde componía sin poder sacarse de la cabeza todo lo que había pasado en los últimos días, definitavemente el cambio había sido de 360°. Si bien era libre en este lugar, su desdicha crecía al tener que saber y ver tantas cosas que, al encontrarse lejos, no se enteraba antes. Lo de Miku y Kanon, la pelea en el bar, los nuevos amigos, habían hecho que el insonmnio y su doble vida aflorara con ganas.

Bajó por un vaso de leche caliente, subió, revisó que sus mascotas estuvieran durmiendo bien y se desvistió para colocarse el pijama, ya eran como las 3am. Se recostó, tapándose hasta la nariz, mientras miraba un punto fijo en el techo, había una mancha que mientras más la miraba tomaba forma, parecía una guitarra o quizás un corazón, resopló y cerró los ojos para empezar a dormir, no supo se durmió algo, cuando unos ruidos lo despertaron ¿eran pasos? se quedó callado, sintió algo de ruido en la pieza de Miku, que era la de al lado.

Kanon no podía ser, pues había salido con alguien por ahí y era obvio que no volvía, suspiró algo aliviado. Se quedó atento a los ruidos, los cuales fueron creciendo de a poco, hasta conformarse en chillidos ¿qué era lo que pasaba ahí? ¿Miku se sentía mal? ¿iba a ver? no sabía muy bien que hacer, siguió en silencio en la misma posición esperando qué pasaba, pero los últimos ruidos no le gustaban para nada.

Había llegado pocos días antes a la casa y al parecer todo seguía igual que antes, Kanon seguía siendo un abusivo pero seguía siendo el segundo papá; Miku el hiperactivo, el chico lindo al que no podían dejar de querer; Yuuki el que les entretenía a todos, y no podían parar de reír a su lado; y Takuya seguía siendo el hermano menor de todos a quien había que cuidar, junto con Yuuki y Miku. Sí, era su segunda familia...y se podía decir que eran una familia feliz, al menos así lo había pensado el baterista.

Esa noche se había acostado temprano porque aún estaba algo cansado, no había hecho demasiado, estuvo hablando un rato con el bajista que después se fue a una de sus tantas citas y luego de eso sólo se quedó en su habitación viendo tele. No supo qué hora era cuando unos ruidos molestos le despertaron, ¿qué podía estar pasando?, prendió la luz de su lámpara y se levantó de la cama un poco mal humorado, por el sueño interrumpido.

Salió de su cuarto y se dio cuenta de que aquellos ruidos venían de la habitación de Miku, al principio se preocupó un poco, pero segundos después fue evidente lo que estaba pasando; frunció el sueño, ¿de verdad había que hacer esas cosas en la casa?, al menos deberían de estar más callados; claro que Teruki no sabían con quién se encontraba Miku.

Miku beso al rubio con fuerza, su mente estaba borrosa, lo único que importaba era lo que sentía en ese momento. Todo ese placer que el delgado cuerpo del tecladista le regalaba... Dios, jamás pensó que estar con un hombre de esa forma se sintiera tan bien, sus únicas experiencias sexuales anteriores habían sido con mujeres, pero esto era tan diferente. Completamente distinto a cualquier cosa que había sentido antes.

Los gemidos del tecladista rebotaban en las paredes, y Miku estaba seguro que ya todos los que estaban en la casa debían de haberse despertado. No tenía idea que les iba a decir la mañana siguiente, ¿como podían explicar algo como esto? No existía explicación racional alguna... tan solo se habían dejado llevar por el momento, por el deseo.

Había todo comenzado como un juego, y ahora se encontraba penetrando con fuerza ese cuerpo, dandole el máximo placer. El vocalista continuo ondulando su cuerpo fréneticamente, tratando de encontrar aquel punto dentro del menor que lo haría explotar, tal como había pasado en su primera vez.
Una, y otra, y otra vez lo intento, hasta que finalmente un grito pidiéndole más le indico que había tocado el lugar indicado.

-Yuu...- susurró en el oído del rubio, sintiendo como gotas de sudor caían por su rostro. -¿Es ahí? Dime si debo seguir...-

Su respiración estaba totalmente acelerada y jadeante, continuaba gimiendo como nunca antes lo había hecho en su vida. Se sentía tan mujer de esa manera pero no le importaba, Miku le estaba dando un inmenso placer y obviamente lo estaba disfrutando.

Su mente solo se enfocaba en el castaño, lo demás parecía no existir . Acercó una vez mas sus labios a los del vocal, jugando con su lengua dentro de su boca como si de un caramelo se tratase terminando en pequeños chupones hacia su labio inferior mientras lo abrazaba con fuerza moviendo su pelvis al ritmo con el cual Miku lo penetraba, acompañando cada movimiento.

- mm Miku ya casi... ahí ahi... oh kamisama - gemía cerrando sus ojos, dejándose inundar por el placer trasmitido por el vocal.

Sintió que el también necesitaba un poco mas de atención y deslizo una de sus manos hasta su miembro comenzando a masturbándose mientras Miku lo penetraba.

En una especie de trance, en donde su cuerpo hacia cosas que su mente no quería, se paró de la cama y camino despacio hacia la puerta, abriéndola lentamente para no emitir sonido alguno, aunque con el festival de gritos que tenían al lado, no se hubiera escuchado de todos modos. Caminó en la oscuridad por el pasillo, encontrándose con una figura bastante familiar, se sonrojó y agredeció que el pasillo estuviera oscuro para que no viera su rostro.

Los dos se fueron acercando a la puerta de Miku, para esuchar mejor ¿por qué razón? no sabían bien ¿curiosidad? ¿morbo? lo que fuera, lo tenía medio arrodillado y con el oído pegado en la puerta ¿acaso Miku quería verlo mal? ¿derrotado? ¿sin ganas de vivir? ¿¡por qué hacia eso!?

-Yuuki...-murmuró al esuchar la otra voz y el nombre que decía Mikue ntre gemidos.-No...