Biru no yoru in Jui's home (Hide & Die) [Lemon]

-Pues al final nos los estamos pasando muy bien, no creen?-dijo mientras introducía un tercer miembro en Jui, estaba ya completamente preparado. Mientras Jui seguía lamiendo el miembro de Hide, ahora mucho más lento, él enjugó sus propios dedos para preparar a Jui para lo que veía a continuación.
Se bajó un poco el boxer, para no tener ninguna dificultad y tocó con la punta de su miembro el agujero de Jui. Era el único que aún tenía algo de ropa y, la verdad, le divertía mucho. Cogió de las caderas a Jui para que se inclinara un poco más, haciendo que tuviera que posar su pecho sobre la cama, aún así, él seguía lamiendo el sexo del tercer hombre. Una vez vio que entraría sin apenas problemas fue introduciendo su miembro lentamente, mientras con una mano masajeaba el de Jui, para que no sólo tuviera que sentir dolor al principio.
Ya estaba casi dentro. Gimió demasiado alto cuando por fin entró. Y es que se estaba muriendo de placer.

-Dios, si que lo estamos pasando bien... más que bien, Die-San...- fueron las palabras que salieron como suspiros de su boca. Tomó a Jui por el mentón y lo besó efusivamente y siguió acariciándose él mismo mientras moría de placer al oír los gemidos de Jui y Die.
Se sentó en la cama y se estiró como un gato de lado mirándolos a ambos, quería disfrutar de esa maravillosa vista que tenía delante.
-Me encanta veros así a los dos, nunca te había visto esa cara de tanto placer, Die-San, si pudieras verte... están los dos hermosos...no puedo imaginarme lo que debe ser sentirlos dentro de uno, tanto a uno como a otro, debe ser maravilloso...- dijo acercando sus dedos finos a los labios de Jui para que se los lamiera y ver su cara de placer, se le acercó a Jui y lo besó varias veces dulcemente.

Lo que parecía totalmente improbable y surrealista al principio de la noche, cuando estaban aún en la calle sentados, estaba sucediendo en esos momentos en su dormitorio. Finalmente Die había decidido que ya había jugado suficiente con sus dedos dentro de él, y que ya era el momento de continuar con el paso siguiente. Había sido bastante cuidadoso, a penas le había dolido. Es más, una vez lo tenía dentro, estaba deseando que comenzara a moverse con fuerza. Así era como le gustaba.
Miró hacia delante y vio que Hide se había quedado mirándolos. Eso le excitó todavía más. Y más aún cuando le escuchó hablar y cuando acercó sus dedos a su boca. Los lamió uno a uno, con avidez, mirándole a los ojos.
Estaba muriéndose de placer con ambos.
Sus gemidos eran cada vez más fuertes... estaba empezando a parecerse a "su canción", pensó irónico.

Poco a poco, mientras escuchaba a Hide hablar, fue moviendo sus caderas, lentamente, tocando aún el miembro de Jui.
Sonrió maliciosamente al cantante mayor, mientras no paraba de soltar pequeños quejidos. Cada vez tenía que ir más rápido, más fuerte, no podía parar. Sus caderas comenzaban a tener vida propia, como si un péndulo fueran.-Hide...si quieres sentirme dentro...aah...sólo tienes que pedírmelo...-tardó mucho en pronunciar toda la frase. Apenas podía pensar, su cuerpo ahora estaba demasiado concentrado en su sexo, y no en estúpidos raciocíneos. -Jui...Jui...te..duele?...-cada vez movía la mano más rápida, frotando más sus dedos con el miembro del pequeño. Y cada vez estaba siendo más descuidado con él, no quería hacerle mucho daño.
Estaba ansioso por terminar con todo ese placer, pero no sabía si ellos dos también estarían deseosos. Además, le gustaba siempre llegar hasta el límite.

Comenzaba a sentirse mareado de nuevo, aun asi, sonrio al escuchar a Die hablarle y bajando hasta la cara de Jui le rozó los labios con un beso. Se refregó los ojos y sentándose en la cama, le contestó a Die.
- Si, me gustaria que estés dentro mio, pero eso será imposible, estamos demasiado "alcoholizados" y en un rato más ya no estaremos en pie-le dijo con una sonrisa y se levanto de la cama y salio de ella.
-Quiero que sigan disfrutando pero no se mueran...¿Eh?... yo voy a por una cerveza, enseguida regreso...-
Salio de la habitación y fue a la cocina, abrió la nevera y sacó una cerveza bien fría. Iba camino a la habitación de nuevo, pero se mareó y decidio hecharse en el sofá un momento boca arriba para ver si se le pasaba. Dejó la cerveza sobre la mesa y cerró los ojos un rato mientras escuchaba los gemidos de Jui y Die, sentía frío alli desnudo, como pudo se incorporó y fue al baño, alli vio una bata de ducha y se la puso por encima y volviendo al living se volvio a recostar alli, bebió un trago largo de cerveza y se quedo con los ojos cerrados, la cabeza apoyada en el cojín del sofá y tapandose los ojos con el brazo para que la luz no lo molestase tanto. Se quedó un rato allí intentando recuperarse de todo, lo malo que la bebida ya estaba haciendo el efecto de sueño. No sabia si se quedaría alli dormido aun o no, pero estaba intentando con todas sus fuerzas de mantenerse aun en pie para regresar a la habitación con ellos.

-No me duele, Die, sigue, más fuerte ah!- le dijo gimiendo fuertemente. Ya no podía más, no aguantaba más, estaba llegando a su límite. Era demasiado... tener a Die, detrás suya, embistiéndole, mientras sentía su mano en su sexo. Quería dejarse llevar hasta el final, ya no tenía fuerzas para seguir aguantándose.
Mientras, Hide se había levantado y había salido de la habitación... ¿a dónde se dirigiría? Se preocupó un poco por él, pero Die y sus propias hormonas no le dejaban pensar demasiado.
- Ah, ah, sigue! -le seguía diciendo entre jadeos y gemidos. Le faltaba muy poco. Sus gemidos se fueron haciendo cada vez más sonoros y agudos hasta que, por fin, llegó al orgasmo, mientras sentía un inmenso mareo y relajación. No había sido capaz de aguantar todo lo que hubiera querido...

Sí que era cierto que en poco tiempo sus fuerzas comenzarían a flaquear. No en vano, ya no era el chiquillo de antes. Pero seguiría aguantando todo lo posible.
Dejó a Hide marchar tranquilo. Ya volvería. Y, sino, ya iría él a buscarle.

Siguió dándole placer a Jui, dándoselo a él mismo, mientras sus embestidas eran cada vez más fuertes y contínuas, siguiendo el ritmo que quería el vocalista. Sus gemidos no hacían más que ponerle más a tono. Jadeaba fuertemente, sin querer contenerse. El cuerpo de Jui debajo suya le hacía estremecerse de deseo y placer, poco más iba a aguantar. Los sonidos del cantante eran cada vez más seguidos y altos, toda una muestra de que lo imitó bastante bien cuando le grabaron para esa canción.
Ya estaba a punto, lo notaba. Hasta que, al fin, Jui llegó a su clímax.
Lentamente fue sacando su miembro, aún erecto, del cuerpo del pequeño. Le movió un poco, para que pudiera estar con la espalda en la cama y le dio un cálido beso en la mejilla.
No quería dejar escapar a Hide, era su turno. Y él, de una manera u otra, quería correrse cómo acababa de hacer Jui. Si no venía ya iría a por él a la cocina, o dónde estuviera.

Se levantó con paso inseguro, casi tambalándose pero intentando mantenerse despierto lo más posible. Escuchó los gemidos de ambos en la habitación y pensó que estaban ya a punto de terminar. Terminó su cerveza y se levantó con paso inseguro, casi tambaleándose intentó llegar a la habitación, apoyando la espalda sobre la pared y el marco de la puerta, tiró dos mechones de cabello que le venían a la cara hacia atrás y se sentó en el suelo mirando a ambos.
- Creo que he llegado tarde para ver el final pero bueno... he juntado fuerzas para volver... ¿Tienes fuerzas aun Die?...- sonrió mirándolo como había quedado y como había quedado Jui tambien. Se cerró más el albornoz porque sentía frío.

Se había quedado realmente a gusto y relajado tras terminar. Ahora, la pesadez en sus ojos denotaba su estado cada vez más cercano al sueño. No obstante, no quería dormirse, quería ver cómo acababa la noche.
Hide acababa de volver a la habitación. Parecía ya bastante hecho polvo, pero le había preguntado a Die, a modo de reto, que si aún le quedaban fuerzas... y viendo el estado de éste último, seguro que la respuesta era afirmativa. Lo mejor era dejar que los dos "intimaran" un poco mientras él se relajaba. Se levantó de la cama tras recibir el beso de Die en la mejilla y se acercó a Hide, dándole a él un suave beso en la boca.
-Divertíos -le dijo - yo voy un momento a refrescarme. Volveré...
Tras esto se dirigió a su baño, dispuesto a meterse unos minutos en la bañera para ver si así reunía fuerzas suficientes.

Se levantó de la cama y, después de que Jui saliera, se acercó a Hide.
Se sentó al lado suya y le mordió delicadamente el lóbulo de la oreja
- Tienes frío ahí, verdad? Ven a la cama conmigo...te calentaré. Aún tengo fuerzas-sonrió mientras se levantaba un poco, cogiendo a su amigo de la mano, para llevarlo con él- Y tú quieres que yo termine de saciarme, verdad?-dijo, con un deje infantil en su voz. Quedaba poca noche, pero qué noche, pensó.

Sintió el dulce beso de Jui en los labios y sonrió al comentario. Siguió con la mirada a Jui y luego giró el rostro y se encontró a Die sentándose a su lado.Cuando sintió el suave mordisco , su piel se erizó, cuando Die le tomó de la mano se dejó llevar sin más como en un sueño escuchando lo que Die le decía. Die se recostó sobre la cama y él se le hechó encima para abrazarlo y besarlo intensamente, bajando con sus labios por el pecho, haciéndole caricias con la lengua en los pezones, en el estómago hasta llegar a sus caderas, para acariciar su miembro húmedo y mirándolo a los ojos le contestó.
-Si... quiero que termines de saciarte al máximo conmigo hasta que no te quede más nada... hazme todo lo que quieras, no pondré resistencia alguna a tus caricias y a tu cuerpo, Die-San...me gustan mucho...-
Y siguió acariciando su miembro con su lengua y sus labios, una y otra vez mirándolo por momentos para verle el rostro de placer. Se quitó el albornoz y siguió lamiéndole aumentando el ritmo de a momentos para sentirlo extremeserce y gemir.
- ¿Te gusta, Die-San? Porque a mí ne encanta hacertelo... estoy disfrutando muchísimo desde aqui...- le dijo con voz dulce y sensual mientras seguía el juego con su boca.

De nuevo volvía a estar tan excitado como minutos antes. ¿Cómo podía sentirse en el paraíso? Pero era increíble, a sus jadeos le seguían pequeños gemidos graves que intentaba evitar. Su cuerpo se movía cadenciosamente al ritmo que le marcaba Hide con su boca. Podría estar horas ahí, notando cómo la lengua del cantante le hacía mil caricias.
- Uff...Hide... me encanta eso que me haces...me estremece...-dijo susurrando, intentando no entrecortar la frase con sus gemidos.
Le cogió del pelo, suavemente, y después puso sus manos en la mandíbulo del vocalista, atrayéndolo hacia él.
- Pero va siendo hora de que cambiemos de posición, Hide...-dijo dándole un suave beso húmedo en sus labios. Y, entonces, le dio la vuelta poniéndose él ahora encima suya.
Fue lamiéndole todo el torso, parando levemente en sus pezones y en su ombligo, dándole pequeñas chupadas y mordiscos.
Por fin, tras muchos segundos, llegó a su miembro, lamiéndolo muy lentamente de abajo a arriba
- ¿Disfrutas?- preguntó inocentemente pero con cara seductora el guitarrista.

-Ahhh... Die-San... me estas matando de a poco así.... eres increíble... -su voz salia entrecortada y su excitación aumentaba con cada caricia de Die. Sintio que el cuerpo le ardía, tomó con sus manos el rostro de Die y lo atrajo hacia sí para besarlo intensamente, hasta quedarse sin respiración casi.
- Hazmelo ahora, Die-san... por lo... que más... quieras...- le dijo entre jadeos casi suplicante. Ya no queria esperar más, su cuerpo ardia de deseo. Volvio a atraer a Die para besarlo nuevamente, abrió sus piernas y las cruzó sobre las caderas de Die para atraerlo más hacia si y sentir completamente el cuerpo del guitarrista sobre su cuerpo.

Cómo poder disfrutar de aquello para toda su vida no lo sabía. Pero, al menos, tenía que disfrutar al máximo la noche que le habían brindado sus compañeros.
Era un buen comienzo, claro que sí.
Se acercó más a Hide cuando éste le abrazó con sus piernas. Así que ya estaba dispuesto...
Introdujo sus dedos en la boca de Hide, para poder lubricarlos bien con su saliva. Después, fue justo al agujero dónde después iría algo mayor y empezó a introducir los dedos, lentamente, intentando mojar todo lo posible el hueco.
Mientras lo hacía besaba fervientemente a Hide, casi con estrés parecía. Quería terminar ya lo que habían empezado hace bastante tiempo.
Después de meter muy poco un tercer dedo los sacó todos, igual de lento que antes y, esta vez, fue su miembro el que empezó a entrar. Si bien, estaba ya bastante mojado, tanto por su líquido preliminar como por la humedad causada por la boca y la lengua de Hide.
Gimió un poco, antes de metérsela. Eso era placer
- ¿te....te duele, Hide?- preguntó, antes de ponerse en movimiento...

- Die-San... no... no me duele... sigue... sigue, por favor...-
Sus palabras salían entecortadas con gemidos de placer. Su cuerpo estaba siguiendo el ritmo que el cuerpo de Die le marcaba.
- Sabes ... que me rindo... al placer...-
Acercó a Die tomandolo por el cuello para besarlo nuevamente y acariciando con sus manos su espalda, bajó hasta los glúteos de Die para empujar su cuerpo hacia sí, para sentirlo más adentro aún. Queria sentir eternamente esa sensación. Lo volvia loco.

Apenas pensaba, tan sólo se dejaba llevar por el momento que estaban viviendo. Nunca hubiera pensado que podría estar dónde estaba, con Hide para él, sólo para él. Era algo espectacular.
Ya sus gemidos explotaron en su boca, al igual que sus jadeos fueron haciéndose más y más fuertes. Estaba a punto de llegar al éxtasis con él. Sus golpes cada vez eran más fuertes, más contundentes, pero sabía que el cantante no notaba el dolor, tan sólo el placer de sus embestidas.

- Ya...ya ... no puedo más, Hide...puedo....correrme en ti?- sabía que había mucha gente que no le gustaba eso, sobretodo si no usaba condón. Su final de frase fue un gemido apenas grave ya, estaba muy al límite...

Estaba yendo al placer infinito y ya no podía contenerse más.
-Die-San... si... puedes... quiero que no te olvides de esto... nunca...nunca...-
Dijo entre gemidos ya dejándose llevar por el torrente de sensaciones que recorría su cuerpo. Sentía a Die dentro suyo y cada vez quería más y que fuera interminable e inolvidable.
- Die-San... lo siento... no puedo aguantar más...-
Dijo con voz entrecortada, pero ya no aguantaba más y llegando al éxtasis, su cuerpo tembló al correrse y mordiéndose los nudillos de la mano y cerrando los ojos su líquido cálido salío empapándolo todo. Su corazón latía muy fuerte y rápido y respirando profundamente entre abrió los ojos para mirar a Die.
- Perdona...- dijo con voz suave y dejando que su respiración volviera a la normalidad de a poco. El alcohol lo estaba venciendo ya casi pero en una parte de su mente estaba grabándose este episodio de su vida.

Estaba terminando el episodio más caliente de su vida, o así era cómo lo veía él.
En cuanto escuchó el permiso de Hide aceleró sus embestidas, moviéndose rápidamente en el cuerpo del cantante.
Cuando, por fin, notó cómo éste se corría, su pulso se aceleró y un escalofrío le recorrió el cuerpo entero. Era lo que le faltaba para sentir que su aventura estaba acabada. Empezó a jadear más fuerte, casi sin quererlo, y expulsó su líquido dentro de Hide.
Cansado, se echó en la cama al lado de Hide. Pero, ¿ y dónde estaba Jui? No podía pensar mucho, pero temía que le hubiera pasado algo.
Se encorvó un poco en la cama y, acariciando el pelo de Hide, le preguntó
- ¿Dónde demonios está Jui?

Habia sido su mejor noche en mucho tiempo. Se sentia realmente bien a pesar del alcohol. Sintió la mano de Die acariciandole el pelo y lo miró.
- ¡Es verdad! Lo voy a buscar... espero que esté bien...-
Se sentó en la cama, y dejándole un beso en los labios a Die , se puso el albornoz y salio de la habitación en busca de Jui.
- Jui... ¿Donde estas? - pregunto con voz alta para que lo escuchara - ¿Estas bien, Jui-san? - estaba preocupado.

Había perdido la noción del tiempo y del espacio, allí metido en su gran bañera con el agua muy caliente hasta el cuello. Había sido una noche movidita aunque bastante divertida, seguro que jamás se le olvidaría. De repente notó que le llamaban y, tras volver a la realidad después de escuchar su nombre, abrió los ojos y decidió salir del baño, algo mareado por el calor aunque muy descansado y relajado. Cogió una toalla para taparse y se dirigió a donde venían las voces.
- Aquí estoy! - canturreó mientras salía al salón donde se encontró con Hide, que estaba un poco agitado aún - ¿os lo habéis pasado bien? -preguntó divertido. Se dirigió a su dormitorio donde aún estaba Die - Estarás hecho polvo, no? - le dijo, riendo. - Me he quedado un poco dormido en el baño, gomen - Se estaba quedando un poco frío, al haber salido mojado.

Tras unos pequeños minutos vio cómo el pequeño Jui llegaba con Hide. Se había tomado un baño y ahora aparecía más apetitoso que antes. Se quedó sorprendido por sus pensamientos. Sólo esperaba que mañana le volviera a ver como un amigo. Levantó las sábanas de la cama
- Venid aquí, no os vayáis a enfriar- él aún tenía la ropa semi puesta, pues no se había llegado a quitar los pantalones ni los boxer del todo, así que sólo tuvo que arreglarse un poquito para estar medio decentemente vestido- yo creo que me voy a ir a mi casa...-no es que le apeteciera pero, ¿qué se suponía que tenía que hacer?

Se metio en la cama y miró a Die arreglarse.
- ¿Ya te vas, Die? - le dijo triste y poniendo morritos - Quedate un ratito más...- miro a Jui esperando que le dijera algo. -Jui-san... dile algo a Die... que no se vaya...- miro a Die de nuevo - Mira, la cama es grande, podemos dormir los tres aqui...- le sonrio esperando la respuesta de los dos, tanto de Jui como de Die.

Sonrió al pensar en lo feliz y calentito que dormiría teniendo a dos acompañantes en su cama.
- Es verdad, Die-chan, cabemos perfectamente - dijo, apoyando lo que Hide acababa de decir - Estaríamos muy bien los tres aquí, ¿te vas a ir ya? No seas malo! - le pidió, fingiendo que estaba triste. - Yo voy a secarme el pelo un poco, que si no me resfrío, y no quiero que se vaya ninguno de los dos! -
Se acercó a un mueble donde tenía un secador del pelo, lo enchufó y comenzó a secarse - Joder, hace un poco de ruido -se quejó. No tardó mucho en terminar, dejando el secador donde estaba. De repente se le cayó la toalla que llevaba anudada sobre la cadera y se agachó lo más rápido posible a recogerla y volverse a tapar.
- Etto... gomen -dijo, con el rostro enrojecido.

Bueno, si se empeñaban, no se iba a ir. Además, estaba muy bien rodeado por sus dos amigos. ¿Qué pensarían los de su grupo si lo hubieran visto en esa situación? Bah, nada bueno, seguro.
Con los pantalones puestos pero el torso desnudo aún se volvió a dirigir a la cama
- Ok, ok...me convencieron. Me quedaré un ratito a dormir con ustedes. Pero si mañana alguno se arrepiente de lo que pasó... a mí que no me echen la culpa- dijo riendo mientras se metía dentro de las sábanas. Le volvió a dar un beso a Hide en su cabello. Estaba extrañamente cariñoso ese día. Cuando vio la toalla de Jui caerse y su enrojecimiento momentáneo no pudo hacer nada sino reírse -te hemos visto desnudo, Jui...no nos importa ahora si no llevas toalla. Anda, ven a la cama y durmamos...que estoy cansado ya...-en verdad le apetecía una buena ducha, pero ya mañana a primera hora tendría tiempo.

Vio a Jui sonrojarse y le miro con cariño.- Jui-san... ven... vamos a dormir juntos, no te pongas asi...- le hizo señas que se fuera a la cama con él y miro a Die, cuando escuchó la respuesta.
- ¡Gracias, Die-san!!! ¡¡Mira, Jui, se quedara con nosotros!!! - le dijo a Jui con voz animada, esperó a que Jui se metiera en la cama y mirándolo a Die le dijo.
- ¿Arrepentirme mañana, yo? ¡Ni de broma! Ustedes dos son geniales, no me arrepiento de nada de haberlos encontrado en el pub!!! ¿Tu te arrepentiras de habermelo hecho, Die? -le preguntó ya bostezando. -¿Y tu, Jui? ¿te arrepientes de haberme conocido y todo lo que paso? Yo les digo que yo no... estoy muy feliz, gracias a los dos- inclinó el pecho en agradecimiento.