Un caffeco más (privado)

-Claro que vive mejor que tú, cualquiera...- comentó riendo ante lo que Kanon decía, el guitarrista se rió con él, y es que los dos sabían la forma que tenía de vivir su amigo. Dormir todo el día y comer, Kanon podría vivir asi si pudiera.

-¿Como crees que nos iba a molestar? Taku, tu sabes que adoro a los gatos tanto como a los perros, deberías ir por ellos. Si quieres yo te acompaño- dijo sonriéndo.

-etto... no te preocupes, los iré a buscar otro día, cuando ya esté bien instalado-le respondió y fue hacia donde estaba Kanon.-¿Me das?-preguntó con una enorme sonrisa, no quería arruinar la velada con sus estupideces.- Cuéntenme qué han hecho acá... se ve lindo ¿Qué hay de bueno para conocer?

Esta nueva casa era un paso gigante y quería pasarlo bien, borrar y reemplazar, sonaba muy fácil, esperaba que concretarlo fuera así de fácil también. Suspiró y miró a su alrededor, la casa era acogedora, sentía ese "calor de hogar".

-Claro.- le devolvió la sonrisa y le sirvió de su trago en el vaso vacío de Takuya, aunque no recordaba que su amigo tomara lo mismo que él. Escuchó lo que decía el menor de los tres y asintió, el lugar sí era bastante lindo y habían muchas cosas por hacer, en especial si se estaba en grupo, uno se la pasaba muy bien.

-Hay muchos lugares que seguro te gustarán peque.- le revolvió un poco el cabello.- te llevaré a donde quieras, sólo tienes que pedírmelo.- no le importaba parecer el hermano mayor, le gustaba cuidar de los otros caffecos, al menos de ese par de pequeños que sólo sabían meterse en problemas.

-Ne, ¿desde cuando tomas sake Taku?- preguntó algo sorprendido viendo como el vaso de Takuya era rellenado con sake.

-¿Puedo ir yo también?- dijo algo receloso, sintiendo que los amigos lo dejaban de lado. -Yo también conozco unos lugares geniales, de hecho Taku... te voy a llevar a un restaurant que se que amaras, un amigo me llevo ahi hace un tiempo y lo pase genial- comentó recordando la primera cita que había tenido con Kai, el baterista de The GazettE, en un intento por omitir aquellos sentimientos que tenía por el bajista de su propia banda.

-¿Nani? ¿Sake?-ni siquiera se había fijado en qué le estaba sirviendo Kanon-¡ah! siempre hay una primera ves-agregó arrastrando la frase hacia otro sentido.-Y es bueno probar cosas nuevas

Algo en su estómago se revolvió al sentir el tono inconfundible de los celos en la voz de Miku, se mordió el labio escuchándolo todo, tomó un buen sorbo de su trago, tratando de que no se le notara en la cara cómo éste le iba quemando la garganta.

-Claro que puedes ir, Miku-chan... no es que sea privado, ni que Kanon quiera violarme o algo así-agrega con una gran carcaja-¿amigo? ¿quién? ¿dónde?-pregunta frunciendo el seño

Asintió a la pregunta de Miku, ¿por qué no iba a poder ir?, pensó para él mismo, pero Takuya se lo confirmó al vocalista cuando le dijo que sí podía porque no era nada privado; rió...a veces el menor de los tres realmente lo sorprendía con las cosas que decía.

-Claro que no.- dijo riendo.- yo te pediría permiso.- le guiño el ojo, siguiendo aquel juego.

Sobre la cita de Miku no sabía demasiado, pero tampoco era que estuviera desesperado por saber, por otro lado, Takuya sí parecía muy interesado. Hizo como si se limpiara una lágrima.

-Crecen tan rápido...pronto se irán y vendrán con hijos, y me van a dejar a mí sólo con mis bajos.- fingió mucha tristeza.- espero que se acuerden de mí de vez en cuando y me traigan “compañía”... y viagra.- rió y tomó más de su sake.

Rió un poco, a veces los celos se le notaban demasiado, y era obvio que el guitarrista se había dado cuenta el dejo receloso en su tono de voz. Pero ya debían de estar acostumbrados, a Miku nunca le había gustado que lo dejaran solo, menos sus mejores amigos... había estado demasiado tiempo solo en su vida, y cuando encontro su verdadera "familia", nunca quizo separarse demasiado de ellos.

-¿Seguro no quieres violartelo Kanon-chan?- preguntó con tono burlesco, y riéndo con más ganas ante la respuesta del bajista. -Lo siento Taku, pero yo no te pediría permiso- dijo coquetamente guiñándole un ojo.

-Ne, fue hace unas semanas, salí con el baterista de The GazettE... a un restaurant llamado "Nyappy Restaurant", donde solo venden postres- contó emocionado, recordando lo bien que lo había pasado junto con Kai en aquella ocasión.

Volvió a reír con las palabras de Kanon y sonriéndo solo atino a tirarse encima del bajista en un abrazo. -Jamás te dejaría solo Kanon-chan- dijo pronunciándo lo más provocativo y seductor que pudo el nombre del bajista, sin ninguna doble intención, solo para molestar al mayor.

Los miró con su cara de "maleante", sólo había bromeado acerca de la violación, pero ahora que ellos lo decían tan... así, recordó algunas cosas que no le gustaron. Aunque claro, si fueron Miku o Kanon, la cosa cambiaba.

-Sólo era una broma.-agregó haciéndose el ofendido.-Además, Miku... YO te violaria-agregó sacándole la lengua.-¿Kai de los GazettOs? sí, lo conozco, es muy buena persona-Kai le caía muy bien.-¿Nani? ¿Nyappy Restaurant? ¿no deberían darnos regalias por eso?-preguntó para luego reirse con una gran carcajada.

Se quedó estupefacto al escuchar el gran "Discurso" de Kanon, el bajista se había vuelto loco ¿casarse? ¿hijos?

-¿Ya te hizo mal el Sake, Kanon-chan?-una puntazada lo recorrió por completo al ver y escuchar a Miku, pero ya se habia acostumbrado, se sirvió un poco más de sake y lo bebió al seco, ya no dolía tanto.

Rió un poco, ¿cómo era que esa par estaba hablando de violaciones y él no?, le costaba creer que Miku o Takuya podrían violar a alguien, porque siempre daban ganas de violarlos a ellos. Tomó un poco más de sake y entonces el menor de los tres le preguntó si ya le había hecho daño el sake, al mismo tiempo que el rubio le decía que jamás lo dejaría solo.

-Gracias Miku...y sí, creo que ya me está haciendo daño tanto alcohol.- dejó el vaso y se prometió a si mismo no servirse más, tenía que empezar a dejarlo algún día y ese no parecía malo. Le devolvió el abrazo al vocalista y sonrió.

-Yo tampoco los voy a dejar solos nunca.- soltó a Miku y se acercó a la mesa donde había mucha comida.- oye Takuya...mira todo lo que compramos para ti, las cosas dulces las eligió Miku...qué novedad, ¿verdad?- bromeó un poco y comenzó a comer mientras pensaba en cómo iba a vengarse por las cosquillas de ese par, de pronto sonrió y los miró aún con la sonrisa en los labios.

Se rió a carcajadas ante la afirmación de Takuya, jamás se le había pasado por la cabeza ver al guitarrista como "seme", para Miku, el guitarrista era un hermano pequeño, el hermano pequeño de la banda. -Lo dudo- le dijo bromeando.

-¿Tan poco has tomado ya y te esta haciendo daño?- le preguntó al bajista luego de sus palabras. -Parece que la edad te esta comenzando a afectar Kanon-chan, no lo crees así Taku?- se burló, era tan entretenido molestar al mayor de los tres, y aún abrazando a Kanon rió.

Soltándose del abrazo no pudo evitar sentir la felicidad invadirlo, Kanon nunca los dejaría solos. Así como Miku nunca los dejaría a ellos ni al resto de la banda.
Corrió a la mesa que el bajista indicaba aún sonriendo. -Si Taku, todas las cosas ricas y dulces las elegí yo, y tienes que probarlas todas, especialmente los pasteles con merengue y frutillas- contento sacó un pedazo de tarta y se la ofreció al menor. -Vamos, pruebala, te aseguro que te gustara- dijo sonriéndo.

Miraba la escena y le daba un poco de pena escucharlos, quizás sus amigos sentían esa necesidad de saber que, desde que se fue Bou, nadie más los abandonará. Takuya estaba acostumbrado a estar solo, quizás nunca había pensado en el hecho de perder a alguien, porque no le interesaba, al contrario, la gente lo abrumaba, era mejor estar solo, pero... desde que tenía una "familia" sentimientos como esos comenzaban a aflorar.

-Yo tampoco...-susurró bajito.-¡Más Sake para mí!-gritó mientras reía, viendo como Kanon se dirigia hacia los comestibles.-Sí, pobrecito de Kanon-SAN, ya está viejito-era genial molestar al bajista, se ponía muy gracioso.- Umm... que rico se ve

Fue hacía donde estaban los dos comenzando a comer de lo que le ofrecía Miku, el Sake estaba empezando a hacer estragos en su visión y en su lengua, pero trataba de modular y hablar lento para que no se le notara, lo extraño era la cara que tenía Kanon, esa sonrisa le decía que tramaba algo, no muy inocente.

-¡¿Qué?!- rió un poco.- sí...la edad me afecta.- hizo un puchero.- van a tener que cambiarme pañales muy pronto.- comenzó a reír con eso, porque la imagen se le hacía muy cómica. Vio a los otros dos disfrutando de los dulces, ¿cómo podían comer tanto dulce sin empalagarse?, definitivamente debían tener más de un estómago...o tal vez era el efecto nyappy, rió un poco para sí mismo con eso.

-Uy sí...que rico.- dijo mientras comía pizza, su comida preferida, no había nada mejor que la pizza.- esta pizza está mejor que tus postres Miku.- lo molestó y le sirvió más sake a Takuya como éste había pedido, total...le convenía tenerlos un poco mareados para lo que pensaba hacer.

-¿Quieres sake Miku?- preguntó con bastante inocencia, ocultando sus verdaderas intenciones detrás de una sonrisa encantadora.

Aún reía mientras llenaba su boca con la tarta de merengue, no podía haber nada más rico que las tartas de fresas... bueno talves el chocolate, pero para Miku, las cosas dulces eran lo mejor; era lo que le alegraba la vida en los momentos tristes.
Una carcajada se le escapo a escuchar a Kanon -Dios, Kanon, ni lo sueñes... yo no le cambio pañales a nadie, ¡será Taku el encargado de hacer eso!- el bajista les ofrecio más sake y Miku lo pensó dos veces, ya se había terminado su cerveza, pero... ¿le iría a caer mal un trago más fuerte? El vocalista estaba acostumbrado a beber, y tenía que tomar mucho para embriagarse, pero con el sake era un cuento diferente. Ya tenía suficiente malas experiencias en su memoria por culpa de esa maldita bebida.

-Ne, Kanon-chan, ¿es que acaso quieres que el pobre Takuya termine borracho?- preguntó con una sonrisa mientras observaba al menor de los tres tomarse el vaso que recíen le habían servido. Okay, el guitarrista no podía ganarle, él podía beber más que Takuya. -¡Okay, sirveme!- puso el vaso sobre la mesa de un golpe, sin notar la sonrisa casi maldadosa que Kanon ponía al servirle. -¡Vamos, vamos! El peque no puede tomar más que yo...- se lo llevó a la boca y se lo bebió de una, sintiendo como si la garganta se le quemara.

Miraba a Miku hablar todo eso junto mientras comía, y dale con el peque... sonrió al escuchar todas las boberías que Miku decía, realmente se estaba mareando, pero no le importaba, mientras estuviera pasándola bien con sus amigos, sin recordar nada de lo que había pasado antes en su antiguo "hogar" ¿Qué era el ogar finalmente? ¿No es donde están las personas que aman? ¿tu familia? pues, definitivamente era ahora, cuando él sentiría lo que era un verdadero hogar.

-¿Quieres competir, Miku-chan?-preguntó con aires de superioridad.-el punto es, que yo ya me adelanté un poco, tendrás que alcanzarme... ¿tú no vas a competir, Kanon, la vejez ya te afecta verdad? no te preocupes por eso, yo seré bueno contigo.

No le importaba lo que los otros dos le dijeran, de verdad quería tenerlos borrachos o al menos un tanto picados, así le dijeran que la vejez le estaba afectando, el iba a abstenerse de tomar, porque si no, no podría llevar su plan a cabo.

-No...él me pidió que le sirviera más.- le respondió primero a Miku y después miró a Takuya.- sí peque, cada vez me levanto peor...¡gracias!- rió suavemente después de decir eso, y en parte era verdad, a veces se levantaba sintiéndose terrible.

-Me gustaría verlos competir.- rió, parecía que los dos habían caído redondito en su trampa.- es verdad Miku, vas a tener que alcanzar a Takuya.- lo pensó un par de segundos, tenía que hacer que continuaran bebiendo.- yo creo que mi peque Takuya ganaría...¿te atreves a retarlo Miku?

El vocalista miro a su amigo con algo de desconfianza, ¿porque insistía tanto en que bebieran? -¿Ne, Kanon-chan, acaso quieres emborracharnos a los dos y aprovecharte de nosotros?- dijo bromeando y una carcajada escapo de sus labios. Era imposible que Kanon quisiera hacer algo así... ¿verdad?

-¿Competir? ¿Quieres competir conmigo Taku? No creo que sea conveniente, terminaras con un coma etilico por tratar de estar a mi nivel- rió satisfecho con su comentario, tomo su vaso y lo relleno con más sake.
-¿Que?- preguntó soprendido al escuchar las palabras que el bajista decía. -¿Realmente crees que 'tu' peque puede ganar?- preguntó enfatizando el tu, por un momento había sentido un dolor en el estómago, algo parecido a los celos, que se había disipado tan rápido como llego.

Se bebió el vaso recién servido de un solo sorbo y sonrió. -Ya esta, ahora estamos a la par...- dijo mirando a Takuya desafiante, dejo el vaso en la mesa esperando que Kanon volviera a servirle. -Yo no haría apuestas para Taku, ganare yo. ¿Serás tú el juez Kanon-chan?- era increíble lo competitivo que podía llegar a ser a veces.

Había cavado su propia tumba, lo que había dicho sólo salió de su boca, hace rato que estaba mareado, además si fuera porque ganara Miku, él se dejaba ganar con tal de verlo feliz, no le importaba, pero ahora estaba Kanon apostando por él, no podía fallarle, tenía ese dilema mental, no se dio cuenta de nada de lo que decían o hacían los otros.

-¿Ah? ¿a la par? ¡ah!-de verdad no entendía mucho que hablaban, pero sólo sonrió y se abrazó a Kanon, mientras le sacaba la lengua a Miku- pues MI Kanon no se defraudará, Miku-chan ¡te ganaré!-tomó el vaso y sin esperar que Kanon le sirviera, lo hizo por él mismo y se lo tomó, la forma en que Miku había respondido a Kanon por lo de "mi peque", era obvio que sentía celos, eso lo despejó por completo, su hermano decía que la "cura" era psicológica, ahora lo pondría a prueba, pues se sentía como nuevo, si Kanon quería hacerle algo, sería con él consiente, pero dejándose, le gustaban los juegos.

-No, claro que no.- le respondió con una sonrisa a Miku, en realidad sí quería aprovecharse, pero no de la manera en la que lo sugería el vocalista. Rió suavemente al notar lo competitivo que podía llegar a ser el rubio, y eso que él pensaba que nadie le ganaba cuando se trataba de competir, ahora veía otra de las tantas facetas de su cantante.

Se dejó abrazar con una sonrisa en los labios, no entendió mucho por qué el vocalista enfatizó en el “tu”, pero sí le causó gracia que Takuya le llamara “MI Kanon”.

-¡Gracias Taku! No quiero defraudarme.- puso una cara medio idiota sólo para hacer más gracioso el momento y vio cómo el menor de los tres se servía y tomaba el licor.

-Sí, yo seré el juez...así que organicémonos...creo que ahora te falta un vaso a ti Miku, y después empiezan los dos al mismo tiempo.

-¿Qué me falta un vaso?- miro al bajista con algo de desconfianza. -Pero si ya lo he igualado... eres un pésimo juez Kanon-chan- bromeó sacándole la lengua, sirviéndose más sake en su vaso y tomándoselo de un sorbo. Sintió que la garganta le quemaba y como el líquido iba bajando a traves de su esofago lentamente. Esa noche terminaría ebrio, estaba casi seguro...

-¡Okaaaaayyyy!- gritó alegre. -¡Comencemos!- volvió a tomar el sake y sirvió una gran cantidad tanto en su vaso como en el de Takuya. -No podrás vencerme Taku, sabes muy bien que tengo mayor resistencia que tu- sonriéndo coloco su mano en el vaso sin moverlo. -Tu das la partida K-chan-

Se rió de las caras estúpidas que ponía Kanon y esperó que Miku se tomara el vaso, no quiso contestarle nada, no era de esos que se ponían a pelear con palabras, si era mejor o no lo demostraría con hechos, como siempre hacía o se dejaba hacer. Tomó el vaso que le daba Miku y esperó a que Kanon diera la partida.

Miró a sus amigos con una sonrisa, este ambiente era casi nuevo para él, sólo podía ser parte de él en las giras y en los conciertos semanales, pero ahora estaban viviendo juntos, compartirían tantas cosas, todo comenzaría de nuevo, tendría tantas experiencias por vivir, esperaba que todo fuera hermoso y An Cafe se compenetrara aún más.

-Ya lo sé, pero después de que lo igualaste él se tomó otro trago...no seas llorón oye.- rió para molestar a Miku y después de que sí estuvieron iguales y con los vasos llenos de sake, Kanon dio al orden de que empezaran; en el fondo le daba curiosidad saber quién caería primero, porque no recordaba haberlos visto en una competencia antes.

Después de que se tomaron los primeros vasos, que en realidad no eran los primeros, Kanon les volvió a servir a los dos y dio la orden de que tomaran; el sake era fuerte, así que pronto tendría que ver los efectos, sonrió suavemente.

Volvió a sacarle la lengua a Kanon antes de tomarse el nuevo vaso que le servía. -No soy llorón, y no dejare que el peque me gane- comentó riendo. El alcohol comenzaba a afectarle de a poco, Miku no era una niña, resistía el alcohol como cualquier otro y hasta igualaba a Kanon a veces, pero con el sake la cosa era distinta. Era una de sus débilidades.

Luego de tres vasos seguidos, la competencia iba igualada. El rubio vocalista sentía las mejillas ardiendo y muchas ganas de reír por casi cualquier cosa, era obvio que si seguía tomando terminaría tirado en el piso inconsciente.
-Neeee... Ka-KanOn-chAAAaaannn!- llamó a su amigo pronunciando lo mejor que pudo, pero su lengua parecía enrededad. -Tu no hassshhhh bebido nnnAAada aúnnn- lo abrazó por el cuello riéndo. -¿Quieeen va ganando la compe... la competencia?-

Y dale con lo de peque, aunque le gustaba ser "niño" aún, porque le servía para los jeugos estúpidos que se inventaba para hacer reír a la gente, no es que lo fuera, pero comprendía que al lado de esos dos, se viera como un pequeño, bebió todos los tragos que le sirvió Kanon con tranquilidad, sin mesura, ni arrogancia.

Sentía sus mejillas rojas y la garganta rasposa, pero seguía con la mente clara, no quería hablar para comprobar que se le enredaba, pero haría un esfuerzo si es que lo hacían hablar, por lo menos aún podía comprobar su cuerpo, ya que debió moverse por el "abrazo" repentino de Miku a Kanon, lo cual hizo sin tambalear. Se pusó la mano en la boca para no reír de la actuación de Miku, debían haber prevido este tipo de cosas y haberse grabado, ver a Miku así era realmente exquisito para su humor.

Sintió que Miku lo abrazaba y le hablaba como todo un borracho, Kanon rió con eso ya que ver a sus amigos así de borrachos no era algo de todos los días y era algo que tenía que disfrutar y sacar provecho.

-Van empatados pequeño Miku.- se burló con una sonrisa en los labios y después miró a Takuya.- te está diciendo peque y creo que está seguro de que te puede ganar...Taku, deberías de darle una lección, ¡recuerda que he apostado por ti además!- rió un poco y les sirvió más a ambos, un par más y los tendría a su merced...sí, claro que no había olvidado la venganza.

Siguió bebiendo el nuevo vaso que Kanon le servía, cargando su cabeza en el hombro del bajista de vez en cuando y soltando risitas idiotas cuando miraba a Takuya. Su subconsciente le insistía que siguiera bebiendo aunque no quisiera más, el sake comenzaba a darle asco y los efectos de beber un trago tan fuerte ya repercutían en su cuerpo. Estaba hablando extrañado y empalagozo, y su visión le estaba fallando, cuando trataba de enfocar algún punto fijo los ojos parecían irsele a cualquier otro lado.

-Me niego... me niego a empatar- balbuceó tratando de hablar lo mejor posible y riéndo. Un vaso más no lo dejaría más mal de lo que ya estaba, verdad? Esperaba que no, porque Miku no perdería, aunque tuviera que tomarse todas las botellas de sake que habían en la casa.