unfinished song (Hide)

-Claro que no...mi guitarra jamás...siempre estará conmigo -sonrió e inclinó la cabeza, asintiendo. Cogió su taza y se la llevó con él. Iba andando lentito, para darle de vez en cuando un sorbo.
- Asi que esta es tu habitación...es muy bonita, Hide. A ver las vistas...-se acercó a la ventana y miró la calle, abajo. -No, está bien. Son bonitas las calles. Mira el día que hace...hay como polvo en el ambiente...y está un poco nublado. -Sonrió ante su parte meteorológico- puede que esta noche llueva un poco, pero no mucho. Sólo para ensuciar los coches de la gente -rió con gana y le miró. Así era mejor, no? Hablar y reír, divertirse como siempre habían hecho. Como grandes amigos.

-¡Oh, había olvidado que sabías de meteorología, Die-chan!-dijo con una sonrisa- Pues, si llueve mañana tendré que conducir con cuidado cuando vaya a Tokyo...ven que te enseñó el resto...-le hizo señas para que lo siguiera - esta otra habitación y la de al lado de ésta son para las visitas...- abrió la puerta y entro para abrir las persianas- No suelo usarlas mucho.... las camas de aqui son un poco más pequeñas que las de mi habitación, para que alguien se quede a dormir creo que estan bien... y ahora vamos del otro lado que estan las otras dos habitaciones...- se sentía mejor de ánimos y el mostrarle el piso a Die le animaba más. Poco a poco se sentía más tranquilo y asi quería sentirse al lado de Die, no perderlo y seguir siendo amigos era lo que más quería dentro de su corazón.

Sonrió a Hide y fue detrás suyo, a las habitaciones de invitados. Le escuchaba atentamente mientras se fijaba en los detalles de las habitaciones. Mientras tanto, iba bebiendo su café.
- Son perfectas, no necesitan nada más, la verdad. A mí, al menos, me gusta -dijo mientras se sentaba en una cama y daba saltitos en ella, para comprobar su dureza- yo me quedaría dormido aquí perfectamente! -se levantó riéndose y tomó lo que le quedaba del café, yendo a trote al salón para dejarlo en la mesita y volver con Hide rápido a que le enseñara lo que faltaba.

sonrió al ver a Die sobre la cama y pasando por el salón,mientras Die dejaba la taza de café y lo seguía.
- Mira éstas otras dos habitaciones...-abrio la puerta de la primera- esta es de escritorio, la uso con el ordenador y muebles y eso...aquí muchas veces contesto los E-mails de mis fans. Me gusta mucho dedicarles un ratito, leer cuando me cuentan sus cosas, sus ilusiones... me encanta...- dijo con un brillo especial en los ojos- y luego abrió la puerta de la otra habitación-mira ésta otra habitación es donde practico con las guitarras, donde escribo canciones y trabajo con la música..- entró y le mostró las guitarras que tenía colgadas, unas veinte tenía alli, tomó en sus manos la guitarra de cristal transparente y se la puso en las manos a Die - Mira... ésta es una de las que mas me gustan.... ¿Te gusta?

Siguió a Hide hasta la primera habitación, mirándola detenidamente y asintiendo a lo que le decía. Cuando llegaron a la segunda se sorprendió. Había muchísimas guitarras. Que maravilla de sitio.
Cogió la guitarra que le daba Hide y la contempló
- Me encanta, Hide. Es preciosa. La miro y te veo a ti tocándola...me gusta muchísimo-mientras hablaba la iba tocando...subía la mano por el mástil, presionaba las cuerdas sobre éste, las tocaba...pero sin llegar a hacer ningún sonido audible. -Me encanta-repitió.

Miró a Die y miró sus manos tocando la guitarra. Se veía preciosa en sus manos, sus ojos brillaron cuando lo miraba tocarla, aunque fuera sin sonido, el podía percibir el sonido, lo llevaba dentro del alma, cerró los ojos un momento como escuchando el sonido de la guitarra, ls notas que brotaban de las cuerdas.
- Pues... te la regalo, Die-chan...- se acercó a él y le dejó un beso en la mejilla- Quiero que tengas algo mío, algo importante... porque tu eres muy importante para mí...y esta guitarra es muy importante para mí, tanto como tú, por favor, acéptala...con ella va todo mi cariño, Die-chan...-le dijo haciendo una reverencia ante él. Le sonrio y lo miró a los ojos esperando ilusionado que la aceptara, que le dijera que la quería. Eso le haría muy feliz.

Trasteaba las cuerdas cuando escuchó a Hide. Sorprendido, paró
-Pe...pero Hide!es una de las guitarras que más te gustan...como...cómo voy a aceptarla?-mientras sostenía la guitarra negaba con la cabeza. ¿Cómo le iba a regalar algo que tanto apreciaba y que tanto le gustaba? No era justo...no se merecía ningún regalo...-no...no puedo...es que...-miró la guitarra. Realmente le gustaba. Era como una pequeña parte de Hide. Volvió a mirar al cantante-pero...si tú quieres...Hide...

- Acéptala por favor...si no lo haces moriré hoy...Die...por favor...- volvio a suplicarle mirándole a los ojos. - Die-chan...- le miro y fue hacia un rincón a recoger una funda de guitarras, tomó la guitarra entre sus manos y la guardó en la funda, luego se la puso en las manos a Diede nuevo- es tuya ya...Die-chan...vamos que te sigo mostrando el resto del piso, falta poquito ya y no te mareo más...- dijo con una leve sonrisa acercándose a la puerta de la habitación para salir y mostrarle el resto del piso.

Se quedó completamente mudo mientras Hide guardaba la guitarra en una funda. La depositó en sus manos y fue hacia la puerta, para seguir enseñándole la casa.
Con la guitarra cogida por un asa fue corriendo hasta él, algo realmente estúpido ya que estaba al lado y no hubiera tenido la necesidad de correr, dándole un fuerte abrazo
-Gracias...gracias Hide, en serio...-dijo mientras apoyaba su cabeza en el hombro de su amigo-la cuidaré como si fuera mi vida, de acuerdo?Muchas gracias...-le dio un beso en la mejilla y fue deshaciendo el abrazo, lentamente -Siempre me acordaré de ti cuando la vea-añadió sonriendo sinceramente.

Le miró sonriendo y le besó dulcemente en los labios.
- gracias por aceptarla, Die-chan...me haces muy feliz por eso...mi guitarra siempre te acompañará a donde estés,mi amistad y mi cariño estarán siempre en esta guitarra para tí, amigo...algún día yo faltaré,no podre estar cuando me necesites pero ella si lo estará...
Le sonrió y llegando a las otras puertas las abrió.
- Mira éste es el baño, no es super grande pero por lo menos uno se puede mover aqui...-sonrio y luego abrió la puerta corrediza de la cocina- Y ésta es la cocina...y ya está- lo miro con una amplia sonrisa- este es todo mi piso... ¿te gusta?...

-Claro que sí, no te preocupes...cuando te necesite y no puedas estar tocaré la guitarra y me acordaré de todos los buenos momentos que hemos vivido...y los que nos quedan! -dijo sonriendo dulcemente.
Dejó la guitarra en el cuarto, recordando que luego tendría que cogerla y siguió a Hide por la casa. Miró el baño atentamente y luego se dirigieron a la cocina. Esa parte ya la conocía.
-Sí que me gusta. Está muy bien. Recuérdame que algún día que tengas tiempo te invite a mi casa, ok? Últimamente no está muy transitada, la verdad. Así que no habrá problemas.

- Si, eso espero, Die-chan... que nos queden muchos momentos buenos...- dice suspirando y vuelve a sentarse en el sofa- pues, si, me tienes que invitar a tu casa,no la conozco,no sé donde queda y si no hay problemas con que vaya a verte, me gustaria ir a visitarte, a ver si me hago más tiempo realmente y nos vemos un poco más, lo mismo que con Jui, somos tres personas diferentes y con el mismo trabajo, ya sabemos de que va esto...¿Quieres tomar más cafe,Die?

Se sentó en el sofá tranquilamente, acomodándose en él.
- Pues claro que no hay ningún problema. Ya te digo, últimamente parece una casa fantasma...no suele haber nadie. Así que te vienes, sin problemas. Si acaso me avisas algún día que puedas...-echó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos-mmm...y podrías avisar también a Jui...le decimos que traiga un pastelito o algo...-volvió a incorporarse y miró a Hide a los ojos- en verdad otro café no me vendría nada mal, estoy empezando a tener cansancio y la cafeína viene bien para eso, no? -añadió riéndose-

Fue a la cocina y preparó otro poco de café. A los cinco minutos volvió con otra bandeja con dos tazas más con cefé y otra jarrita de leche caliente. La puso sobre la mesa, se sentó en el sofá al lado de Die y le miró.
- Mira, ya esta el café... espero te ayude a sentirte mejor...¿Te sientes muy cansado Die-chan? ¿Te puedo ayudar en algo? Si quieres puedo darte masajes en los hombros que es bueno para sacar un poco el cansancio.... mira, tienes el sofá tambien si quieres recostarte o aquellas habitaciones...para descansar hay de sobra en mi departamento-dijo mientras se servía un poco de leche en el café y ponía una cucharadita de azúcar.- seguro has trabajado mucho estos días como yo... ¿O es mi culpa? Si es mi culpa que te has tensado por lo mío, te pido disculpas... - le dijo mirándolo preocupado.

-Que va, que va, no es tu culpa-dijo acompañándolo de un gesto de negación con la mano-no te preocupes...es sólo que duermo bastante menos que antes...debería ir a cambiarme el colchón -sonrió mientras cogía su taza de café y le echaba azúcar, removiéndolo después. ¿Y si se cambiaba de colchón? Bah, daría igual...
-...pero si quieres darme un masajito, yo muy gustoso, lindo -se acercó la taza a la boca, pero al notar el humo que salía volvió a dejarla en la mesita.

Se sintió mas tranquilo al ver que Die le decía que no había sido su culpa, por un momento se le habia cruzado en la cabeza de que si, por toda la tensión del momento que habian pasado hablando alli de lo suyo. Tomó un sorbo de café y se acercó a Die viendolo como dejaba la taza de nuevo sobre la mesita y le tocó con una mano el hombro.
Estás muy tenso, Die-chan... puede que tengas razón que es el colchón... pero bueno si quieres puedo aliviarte algo...
Lo hizo girarse y comenzó a tocarle suavemente los hombros, sentía la tensión que llevaba alli y comenzó a tocar los puntos donde sabía que aliviaría la tensión, suavemente sin hacer demasiada presión para no dañar el musculo.
- ¿Así te va bien, Die-chan? ¿Te alivia?- siguió masajeando todo el hombro hasta el cuello con movimientos circulares suavemente.- Si te hago daño me dices, eh?...

Empezaba a sentirse mucho mejor al notar sus dedos presionarle en la espalda. De vez en cuando notaba una cierta molestia, pero eso era que le había encontrado los cúmulos de tensión, así que no le venía nada de mal.
-Sí...creo que debo de cambiar de colchón...o cambiar la posición de la cama...eso se supone que influye, no? Uch...-arqueó un poco la espalda al notar una molestia mayor, pero rápidamente se volvió a poner en la posición anterior-No te preocupes. No me duele, Hide -dijo volteando un poco la cabeza para verle y sonreir- Me está aliviando mucho...Seguro que hoy duermo mucho mejor...-¿dormir mucho mejor? ¿estaba loco? Iba a ser otra noche en vela...no todos los días se te declara un amigo y le rechazas...estaba claro que con o sin masaje mañana volvería a tener unas ojeras increíbles.

sonrió al comentario de Die.
- Bueno,no sé si de colchón o buscarte un masajista... cualquiera de las dos cosas que elijas espero te alivien porque es increíble como estas...- le dijo asombrado de ver tanta tensión, en cierta forma se sentia culpable y por mas que intentara disimularlo le saltaba a la vista que su tristeza no se borraba aun de sus ojos. Siguió unos minutos más masajeándole y luego se giró para mirarle a los ojos y sentarse a su lado tomando el café de nuevo.
- Lo siento... creo que no te soy de ayuda... yo... no debería ni tocarte, Die-chan... por más que quiero aliviar la situación y sentirme mejor,no lo consigo... soy torpe y débil...-dijo tomando la taza de café con sus manos temblorosas.- perdoname,si?...tomó un sorbo de café y miro hacia otro lado intentanto calmarse,intentnado no llorar de nuevo y no perder el control como antes. Quería ser fuerte, fuerte ante todo y sin embargo se sentía lo más debil del mundo.

-Sí...a lo mejor me conviene más un masajista...esa idea me gusta mucho más que la del colchón -sonrió y vio cómo se sentaba a su lado, cogiendo con las manos temblorosas el café
- No te preocupes, Hide...todo está bien, si? -dijo después de haberle escuchado. Colocó la mano que tenía más cerca del cantante sobre su muslo, dándole una suave caricia, intentando reconfortarle. Aunque no sabía si algo iba a conseguir.-Ánimo...todo mejorará, ya verás.
Estaba claro que no era muy bueno intentando ayudar...pero hacía lo que podía.

Sintió la caricia de Die y le miró a los ojos asintiendo con la cabeza en respuesta a sus palabras de ánimo. Miró su taza de café que estaba sobre la bandeja y apoyó la cabeza en el hombro de Die, cerrando los ojos un momento.
- Die-chan....
Las palabras no le salían, le miró a los ojos y mostrando apenas una sonrisa, le tomó con la mano la cara para que lo mirara y le dejó un beso en la mejilla.
- Arigatou...
Le dijo en voz baja y volvió a sentarse derecho y tomar su taza de café para tomar otro sorbo.
- Creo que ya estará bien para poder tomarlo el café, Die-chan...sino se te enfriará...

-Un!-asintió a lo que le dijo y cogió la taza, dándole un pequeño sorbo. Ya no estaba quemando. Bebió un poco más, pensando en las gracias que le había dado...¿gracias por qué? Si no había hecho nada...al menos, nada para que el otro se sintiera mejor... -Mmmm...que bueno está este café, Hide. Me encanta el café -volvió a dar otro sorbo, intentando que su cabeza dejara ya de pensar. A fin de cuentas, que Hide estuviera enamorado de él era un problema que no podía solucionar. Posiblemente el tiempo, u otra persona, serían las que lo hicieran.

- Me alegro mucho que te guste, Die-chan... es importado...sabes que aquí en Japón no es muy fácil conseguir café y es solo para los extrajeros...pero como fui muchas veces a América a trabajar me acostumbré también al café...- le dijo mirándole y terminando su café- si quieres mas preparo pero no dormirás en tres días si tomas tanto...--se levantó a dejar la otra bandeja con las tazas vacías en la cocina y regresó a sentarse,no sabía si Die quería hacer algo en especial cuando terminaran el café o decirle algo más, esperó a que terminara el café y le dijera él mismo.

-¡Entonces no!-dijo con un tono jovial -Lo que menos necesito es no conciliar el sueño. Dentro de nada me veo tomando pastillitas como los ancianos para poder dormir bien...aunque...ahora que lo pienso...¡si ya tomo! -dijo sonriendo, añadiéndole una pequeña carcajada al final. Su insomnio, como no se lo tomara así, no sabría cómo llevarlo para delante

- De todas formas...creo que me voy a ir ya, Hide. No quiero que se me haga muy tarde...-se levantó del sofá, arreglándose un poco la ropa y medio estirándose -creo que hoy estoy inspirado...a lo mejor me pongo a componer alguna canción -le sonrió dulcemente. No es que quisiera irse, pero pensaba que era lo mejor, después de semejante noticia.

Le miro a los ojos y juntó las tazas poniendolas en la otra bandeja.
- Está bien, Die-chan... como gustes...sabes que siempre serás bienvenido a mi departamento en todo momento a cualquier hora... lamento haberte dado semenjante sorpresa y haberte arruinado el día en cierta forma...- bajo la vista y le tomó la mano apretandola con las dos de él cuando Die se puso de pié- si compones una canción...que no sea triste...- le miro a los ojos de nuevo- mi guitarra te ayudará a inspirarte, Die-chan...

-No te preocupes por eso, Hide...no me arruinaste el día-le sonrió dulcemente, cogiendo su otra mano y poniéndola por encima de las suyas-me alegro que me lo contaras. Te habrás quitado un peso de encima...ahora te será más fácil...o eso espero...-volvió a sonreírle y se llevó la mano a la cabeza- ¡La guitarra!Casi se me olvida!
Fue casi corriendo al cuarto de las guitarras y cogió la funda donde estaba la que le acababa de regalar. La cargó al hombro y se acercó a Hide
- Intentaré que no sea triste, Hide. Ya verás que no. Te quiero, niño -después de hablarle le pasó un brazo por los hombros y lo atrajo hacia él, dándole un fuerte abrazo -Te llamaré, de acuerdo? O me llamas tú, cuando quieras...